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MIDE: el museo que logró capitalizarse y se volvió casi una startup

El Museo Interactivo de Economía (Mide) nació con la intención de explicar y recordar a las personas que son parte del proceso económico.

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MIDE: el museo que logró capitalizarse y se volvió casi una startup

Los museos vivieron un fuerte golpe financiero con el confinamiento que generó la pandemia del Covid-19, pues al no tener visitas, el ingreso que percibían por la venta de boletos se detuvo y muchos tuvieron que cerrar sus puertas.

No fue el caso del Museo Interactivo de Economía (Mide), que desde hace varios años logró identificar un área de oportunidad y de ingreso a través de la impartición de talleres y asesorías sobre economía y finanzas, platica su fundadora y directora general, Silvia Singer.

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En entrevista con Organización Editorial Mexicana (OEM), cuenta que desde 2006, el Mide era de los pocos museos, sino es que el único, que brindaba talleres de educación económica impartidos por reconocidos economistas de la talla del actual subgobernador del Banco de México (Banxico), Jonathan Heath o el autor de El largo curso de la economía mexicana: de 1780 a nuestros días, Enrique Cárdenas.

“Empezamos a vender nuestros cursos y también empezamos a asesorar a otros museos. Hasta antes de la pandemia, nuestro modelo económico era el siguiente: 30 por ciento de nuestro gasto lo cubría la taquilla, 20 por ciento la renta del espacio (para eventos u otras exposiciones); otro 20 por ciento el fondo de reserva y 30 por ciento proviene de nuestros talleres”, platicó Singer.

Según datos del Inegi, 70.8 por ciento de los museos contó con recursos públicos para su operación durante 2021; mientras 12.6 por ciento operó con recursos privados; 5.3 por ciento con recursos mixtos y 11.3 por ciento con recursos autogenerados.

Los talleres del Mide son resultado del interés que ha mostrado la propia gente que visita el museo y que desea profundizar en ciertos temas como Historia económica de México o Desarrollo Económico.

Singer comparte que nunca imaginó la demanda que tendrían los talleres y que incluso, le sorprendió que hasta de matemáticas financieras se impartieran charlas, precisamente por petición de las personas que dejaban sus recomendaciones.

“El museo brinda una vista aleatoria y de manera muy general de algunos tópicos, pero hay gente que quiere saber con mayor profundidad ciertos temas y por eso hicimos una extensión académica. Si la gente quería Matemáticas Financieras, el Mide lo organizó y se los dio. Lo mismo con Historia Económica. Fue un siguiente nivel de comunicación con nuestro público, hacerle caso en lo que le interesaba y dárselo”.

Otro de los cursos que mayor popularidad y demanda ha tenido el Mide ha sido el de Indicadores macroeconómicos de coyuntura en México, que imparte justamente Jonathan Heath, y el cual se está convirtiendo en una especialidad con valor curricular, comenta Singer.

Bajo este modelo de sostenerse en gran medida con sus talleres y asesorías, el Mide ha logrado sobrevivir 17 años, en los que se ha enfrentado a fuertes crisis económicas como la de 2008-2009, cuando la economía cayó 5.3 por ciento anual y en 2020 se contrajo 8.0 por ciento anual, de acuerdo con el Banco Mundial.

“Esto nos ha hecho sobrevivir durante 17 años sin recibir dinero de nadie. Además, el Mide ha creado una cultura de trabajo, de compromiso y de hacer las cosas por amor al trabajo. Somos una startup”, expresa con orgullo Singer, quien aclara que el Mide es una institución auditada como también una donataria autorizada por el fisco.

México, pionero en Museo de Economía

El Museo Interactivo de Economía (Mide) nació con la intención de explicar y recordar a las personas que son parte del proceso económico que se vive en el mundo, y que al tener mayor entendimiento sobre fenómenos como la inflación, la escasez de recursos y la sustentabilidad, se pueden tomar mejores decisiones para el bienestar individual y colectivo.

Con 17 años, este museo ubicado en la calle de Tacuba en el centro histórico del país, no solo ha logrado acercar a miles de personas al mundo de la economía y a hacerlas más conscientes de sus finanzas, sino también ha asesorado a otros museos en diferentes partes del mundo para que sigan el proyecto del Mide.

Fue en 2001, cuando el entonces gobernador de Banxico, Guillermo Ortíz propuso usar el edificio de la calle de Tacuba para crear un museo interactivo de economía “para que la gente entendiera que es parte del proceso económico”, platica Singer.

“Si bien existen museos que cuentan la historia de bancos centrales o de la numismática, no había en el mundo un museo que expusiera la importancia de la economía en la vida de las personas. México debe estar muy orgulloso de tener una institución que abrió camino, hoy hay al menos 50 museos de este tipo”.

Una vez que se planteó la idea y que se terminó de restaurar el edificio donde se encuentra el Mide, se buscó el perfil para que una persona pudiera darle vida a la economía.

Silvia Singer tenía el tacto y la experiencia necesaria para poder sacar adelante el primer museo de Economía, pues anteriormente había dirigido el Universum y el Museo de la Luz. Además, participó en el diseño y creación de proyectos como el Papalote Museo del Niño y La Espiral de la Vida en Puerto Rico.

“Fue una oportunidad profesional increíble en mi vida; con la asesoría de Banco de México y con mi experiencia conceptual creamos esta experiencia maravillosa que ha sido el Mide. Yo no tenía idea de la importancia tan grande que tienen las decisiones económicas de los individuos en su vida cotidiana y en sus posibilidades de bienestar”.

Singer, quien es bióloga y doctora en Ecología, descubrió su vocación en explicar al mundo cómo funcionan temas que parecen casi imposibles de entender, como en este caso la economía.

“A mí me gustan los retos y cuando Banxico me llama, me dije, este reto es súper interesante. No sé nada de economía, pero también he hecho exposiciones de física cuántica, de la cual no sabía nada y de otros temas. La clave es seguir una metodología pedagógica”.

La directora platica que para el caso de Midetuvo a los mejores asesores, pues fueron los mismos miembros de la junta de gobierno de Banxico quienes le explicaron conceptos de economía para ver cómo podía ella exponerlos de una manera más “aterrizada”.

“Aprendí de los mejores y fui la primera que dije wow, esto es muy importante para los niños, los jóvenes y adultos, para que todos sepamos cómo funciona el mundo a través de nuestras decisiones financieras y económicas, porque eso marca nuestro bienestar futuro”.

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¿Por qué ir al Mide?

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), muestran que durante 2021, los museos reportaron una afluencia de 16.4 millones de visitantes, lo que significó 3.7 por ciento más que en 2020.

Sin embargo, esta cantidad está muy por debajo de lo que se reportó antes de la pandemia del Covid-19; es decir, en 2019 el número de visitantes a museos fue de 62.1 millones de personas.

Las entidades federativas con mayor captación de visitantes fueron: Ciudad de México con 4.7 millones en 139 museos y Nuevo León con 3.1 millones en 37 museos.

El confinamiento por el Covid-19 ocasionó el cierre de gran parte de los museos por algunos meses de 2021. De los mil 248 museos considerados en el directorio de fuentes informantes para la edición 2021, únicamente se captó información de mil 46 museos en ese año”, expuso Inegi.

En 2021, las tres temáticas principales de los museos fueron: historia con 45.6 por ciento, arte con 24.5 por ciento y arqueología en 19.4 por ciento.

Pese a estos datos y a que casi todo se puede observar desde un dispositivo móvil, para Singer, la integración y convivencia que se crea en el Mide es su principal atractivo que le permitirá seguir avanzando y creciendo.

“La digitalidad es una nueva forma de aprender y acceder a la información, pero la experiencia viva del museo e interactuar no es sustituible; nosotros lejos de ver la desaparición del Mide, lo vemos como un espacio fundamental para la conciliación social, porque ahí compartimos la experiencia. El museo ya no solo es una espacio de exposición es más bien de construcción y nuevas ideas… de convivencia”, enfatiza Singer.

La directiva cuenta, por ejemplo, que para la crisis financiera del 2008, uno de los temas que más se abordó fue el de la sustentabilidad, el cual no se limitaba a hablar en reciclar o separar la basura, sino entender la escasez de los recursos naturales y el valor que generan una vez transformados, como el caso del petróleo que termina siendo energía.

“Si no conservamos este ambiente natural, no hay nada que transformar. En ese sentido, decidimos armar la primera sala de desarrollo sustentable en 2011, y también cambiamos la sala de finanzas en la sociedad y creamos la de educación financiera de mucha significación para el público porque hablamos de cómo administrar los recursos”.

Además, en esta última sala, los visitantes pueden entender cómo se administran los recursos del gobierno y cómo se toman las decisiones. Con la pandemia, Singer menciona que el mundo cambió de manera radical bajo un escenario de alta inflación y con cambios laborales de quienes prefieren más el home office.

Para la experta, el camino del Mide seguirá siendo largo y con la intención de seguir difundiendo la importancia de la economía para una sociedad más consciente de sus recursos y de su bienestar.

Elizabeth Albarrán | El Sol de México

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