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En Chilpancingo (Guerrero) está el Árbol de los Huevones

Es un Ficus Microcarpa muy frondoso que aseguran tiene casi 100 años

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Foto: Juan Manuel Molina

CHILPANCINGO, Guerrero. Se dice que tiene casi 100 años y es un símbolo entre los habitantes de esta ciudad, quienes al menos una vez en su vida se han refugiado bajo su sombra a descansar y por lo que le llaman el Árbol de los Huevones.

Se trata de un Ficus Microcarpa, conocido comúnmente como Laurel de la India, del que no se tienen más datos históricos por las autoridades, pero es un punto de referencia en Chilpancingo, y se ubica en el centro de la ciudad, al norte de la plancha del zócalo, a unos metros de la Catedral de Santa María de la Asunción.

Mide más de 20 metros de altura y sus ramas se extienden por lo alto. Las personas de mayor edad, coinciden que está próximo a cumplir cien años.

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Cuando se le pregunta a un grupo de ancianos sobre dónde se encuentra el Árbol de los Huevones, ellos inmediatamente ríen y señalan con el dedo su ubicación.

Lo que cuentan es que la gente lo bautizó así porque quienes tienen un poco de tiempo libre, pueden pasar ahí el rato y aprovechar una buena plática bajo su sombra.

Es un árbol muy frondoso sobre el que se colocó una banca de concreto para delimitar la jardinera y que en tiempos de mucho calor se convierte en uno de los asientos más privilegiados en la ciudad.

Tomando en cuenta que dentro del zócalo no hay asientos para tomar un descanso, ese lugar se distinguió por brindar una buena sombra y aire fresco.

Se dice que en su momento, ese lugar fue acaparado por ancianos y otros jubilados, que a cualquier hora del día, salía a platicar y observar el ir y venir de la vida. Al mismo tiempo, ese lugar en concreto era utilizado como parada, es decir, de ahí se tomaba el transporte público, cuando el zócalo era atravesado por calles y no existía lo que hoy se conoce como el paso a desnivel.

Fue en ese entonces que las mismas personas lo fueron conociendo como el Árbol de los Huevones o el Árbol de los Caídos, en referencia a las personas mayores que utilizaban ese lugar para sus reuniones.

Ese lugar se ha convertido en un punto de referencia para concretar citas entre personas, para degustar un helado o unos chicharrones que venden en el centro.

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El periodista Héctor Contreras señala que, el árbol fue incluido en la remodelación que tuvo el centro histórico de Chilpancingo, durante el mandato del gobernador Alejandro Cervantes Delgado en 1985, en el sentido de que no se optó por cortarlo para plantar uno nuevo.

Relata que el primer árbol de los huevones, fue otro Laurel de la India que se ubica a unos metros de distancia de este, frente al Museo Regional de Guerrero.

Contreras dijo que en ese segundo árbol, que a su entender era el original, llegaban los flojos y había una señora de nombre Romana, que vendía diversas semillas, frijoles y chile seco.

“Le empezaron decir a ese lugar la sucursal de doña Romana, y eso se lo puso un amigo, Jesús Salgado que ya murió, que le decían El Pachurra, y yo le pregunté, por qué le dices la sucursal de Doña Romana y me dijo: que no vez que puro chile seco se sienta ahí, o sea se refería a los viejitos y después se inventó eso del árbol de los huevones”, señaló.

En la actualidad, bajo el árbol se han realizado exposiciones, protestas y hasta se han instalado todo tipo de carpas para la venta de artesanías, libros y hasta comida.

Juan Manuel Molina | El Sol de Acapulco

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