Comunicación curiosa es la exposición que muestra objetos inusuales

Entre los 114 objetos inusuales que integran la colección que se exhibirá en el Museo de la Comunicación de Berlín (Museum für Kommunikation) desde este viernes hasta el 2 de octubre hay un coco con sellos postales y un fallido cohete de correos.

La exposición Comunicación curiosa. Objetos insólitos e historias de la colección exhibe objetos de la colección de 150 años de la Fundación Museo de Correos y Telecomunicaciones.

El coco con sellos postales llegó a su destinatario, pero el cohete de correo, en cambio, no tuvo tanto éxito.

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En 1964, tras un accidente mortal, la República Federal de Alemania suspendió los intentos de enviar el correo de este modo, de forma rápida y sencilla, desde el territorio continental alemán a las islas del mar del Norte, por ejemplo.

Muchos objetos se han utilizado para enviar un saludo rápido o unas simples líneas por correo tradicional.

La exposición muestra tarjetas postales hechas de corcho, corteza de abedul, un disco de madera, una concha marina o una pizarra, todas ellas con sellos y direcciones adheridas.

Las palas de tenis de mesa o un disco de estacionamiento de los años ochenta fueron transformados en arte postal por el artista Horst Tress. En 1994, la artista Sigrid Wilke pegó un trozo de tubo de estufa y lo envió al Museo del Correo de Hamburgo; desde entonces es un objeto de arte en el archivo.

La muestra también exhibe radios que cabían en una cáscara de nuez o una caja de jabón, o una caja de cigarros desde la que se podía emitir radio.

También incluye un tocadiscos que en los años 70 albergaba en su interior una antigua central telefónica, como también un gramófono escondido bajo una lámpara de pie.

En una mesa de la exposición se puede ver hasta qué punto los teléfonos también estimularon la imaginación para generar productos fabricados en serie.

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Teléfonos con forma de gatos Garfield, latas de Coca-Cola, patos, en felpa o transparentes. Un dispositivo con la estrella de cine Marilyn Monroe que se levanta la falda cuando suena, como en la famosa escena de “The Seven Year Itch” (La comezón del séptimo año o La tentación vive arriba), de Billy Wilder. Sin embargo, el mecanismo está desactivado en la exposición.

El Museo de la Comunicación de Berlín une el pasado y el futuro bajo un mismo techo. En su exposición permanente se pone de manifiesto y explica el origen, desarrollo y perspectivas de futuro de la sociedad de la información, así como la manipulación cambiante de caracteres, códigos y medios y los cambios resultantes en la vida privada y pública están en primer plano.

“En la cámara de tesoros se explica la historia de los objetos expuestos más famosos. Por ejemplo, el “sello del Cosmos” que ha viajado a todos lados con los cosmonautas, los primeros aparatos de teléfono y los sellos más famosos del mundo: el Mauricio azul y rojo. El patio de luces y la galería de comunicación pretenden inducir a la comunicación”, destaca una guía local de esta ciudad en su sitio web museumsportal-berlin.

Tres robots encantadores esperan informar y entretener a los visitantes. Una serie de estaciones interactivas en la galería de comunicación invitan a explorar los principios básicos de la comunicación jugando.

“En la galería temática y las salas de la colección, el visitante se realizará preguntas básicas acerca de la historia de la comunicación: ¿Cómo cambian los medios de comunicación la percepción del espacio y el tiempo? ¿Qué repercusión tiene la aceleración del tráfico de datos, mercancías y personas? ¿Cómo se modifica el autorretrato de instituciones y naciones?”, añade.

En el segundo piso se tratan temas como los “medios y la guerra” y el papel de los medios en masa en nuestra sociedad.

DPA  / El Sol de México