Colombia entre un exguerrillero y un populista

Hasta antes del pasado domingo, la duda era si el exguerrillero de izquierda, Gustavo Petro, ganaría en primera o en segunda vuelta la Presidencia de Colombia, pero hoy no puede asegurarse que así sea, en al primera ronda saltó el outsider Rodolfo Hernández, quien se presentó sin partido rompiendo los estereotipos para quedarse con el segundo lugar.

El salto de Hernández, popular en las redes sociales y conocido como el Trump colombiano, y los temores sobre la venezolanización de Colombia, impidieron que el exguerrillero se quedara en primera vuelta con la Presidencia.

Hoy en Colombia, las cosas vuelven a dar un giro, Petro deberá redoblar esfuerzos y buscar alianzas para que no le arrebaten lo que ya creía suyo, si usted lo medita, no sólo estamos hablando de su inclinación política, también hay que tomar en cuenta que su rival logró su amplia votación inclinando su campaña hacia las redes sociales.

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Es verdad, que en Colombia en un amplió sector de la población se vive una fuerte tensión por la llega del izquierdista, no es para menos, la experiencia de otras naciones en la región no ha sido muy favorables que digamos, y no hay que ir tan lejos, el vecino Venezuela es el ejemplo claro del miedo que siente los colombianos.

La llegada al poder del fallecido Hugo Chávez, dio múltiples esperanzas a los más pobres en la década de los 90 del siglo pasado, pero con el paso de los años lo que menos tienen se han multiplicado y hoy con Nicolás Maduro, heredero político de Chávez, las cosas empeoraron resultado de ello es un éxodo de más de seis millones de venezolanos y un sin número de empresas expropiadas, pero pudriéndose por falta de funcionamiento.

Sólo por citar un caso más reciente, está la llegada al poder de Chile del izquierdista Gabriel Boric con sólo 36 años, que con una imagen de cambio y esperanza se convirtió en uno de los mandatarios más jóvenes del mundo, pero rápidamente su tasa de aprobación se desplomó 24 por ciento.

Sobre todo, desde que propuso militarizar a la Policía en el sur del país donde hay una fuerte crisis de migración debido al éxodo venezolano, esa medida es rechazada popularmente por los chilenos, porque siempre remite al fantasma de la dictadura de Augusto Pinochet. La represión es lo que ninguna sociedad necesita y quiere.

Petro también debe convencer a los colombianos de su política respecto a las guerrillas, tanto las movilizadas como las desmovilizadas, debido a que él perteneció a la M-19, durante casi 12 años. En aquella época, el grupo de izquierda tenía por costumbre tomar a la fuerza rehenes de la esfera pública para llevar comunicados o boletines a la audiencia nacional, esperando que su recepción fuera superior a través de estos nombres.

Eso por un lado, pero por el otro está la propuesta del llamado Trump colombiano, el outsider Rodolfo Hernández, de 77 años, quien dio la sorpresa el pasado domingo en la primera vuelta de las presidenciales al ser el segundo más votado (8.5 millones de sufragios) y se enfrentará en un balotaje a Petro.

Se refiere a sí mismo con su profesión: “ingeniero Rodolfo Hernández”, quien presentándose como político independiente ajeno al establecimiento y a los partidos tradicionales, busca llegar a la Presidencia de Colombia el próximo 19 de junio.

Hernández se expresa de manera muy coloquial y con frecuencia con groserías. Es informal y busca mostrarse auténtico: en una entrevista con CNN en Español vía virtual la concedió en pijama.

Es un empresario de la construcción, oriundo de la región de Santander, en el noreste de Colombia, se ha desempeñado en el rubro de la vivienda de interés social, con lo que amasó su fortuna y popularidad.

Tras un paso polémico, pero popular por la alcaldía de Bucaramanga–una ciudad de unos 500 mil habitantes– se lanzó a la Presidencia.

“Él ha creado aquí lo que en teoría política le han llamado hechos alternativos: hace ver que fue un gobernante exitoso –que no lo fue– que transformó la ciudad… y se crea una ficción muy bien en la línea de (Donald) Trump”, creyéndose un “caudillo redentor”, dijo a CNN, Julio Acelas, analista político y director del Observatorio Ciudadano de Santander.

Si bien en 1992 ya había sido concejal del municipio de Piedecuesta, en Santander, nunca asistió ni se posesionó como cabildante, “solo mandó una carta renunciando a su investidura a finales de 1992, cuando vencía su periodo”, reportó el medio local La Silla Vacía.

Hernández se inscribió como candidato independiente con un millón de firmas. Con su movimiento cívico Lógica, Ética y Estética, y tras prometer millones de casas para las familias más vulnerables, ganó la alcaldía en 2016 con poco más de 77 mil votos.

El asunto es que los populistas o los sin partido, nada más toman el poder y se le olvida todo, comienzan a crear su propio imperio por encima de todo y de todos, baste recordar a Trump –un populista de extremaderecha disfrazado de republicano– en tan sólo cuatro años buscó sentar las bases para que gobernara un emperador o sea él.

Otro caso es el del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, sólo tomó el poder y creó su propio partido, rompiendo con todo tipo de acuerdos y de partidos, incluso con los pactos que hoy se sabe hizo su gobierno con las pandillas o maras, lo que ha desatado una nueva ola de asesinatos.

El asunto es que las cartas están echadas y habrá que esperar hasta el 19 de junio para ver a quién le dan una oportunidad los colombianos, el voto de ese domingo seguro va a definir los próximos años de ese país que hoy es el principal aliado de la región de Estados Unidos. O usted ¿qué cree?