Le niegan a Félix Gallardo otro amparo para obtener prisión domiciliaria

Por cuarta ocasión un juez desechó un amparo promovido por el narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo, mejor conocido como el Jefe de Jefes, a través del cual buscaba obtener el beneficio de la prisión domiciliaria.

El argumento del Juzgado Sexto de Distrito de Amparo en Materia Penal en el estado de Jalisco para desechar este recurso fue porque el exlíder del Cártel de Guadalajara no aclaró de forma precisa los motivos por los cuales debían cambiarle su pena.

“De la certificación se observa que la parte quejosa no cumplió con la prevención realizada en proveído de ocho de diciembre de dos mil veintiuno, dentro del plazo de cinco días que se le concedió”, refiere información radicada en el Consejo de la Judicatura Federal.

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En la misma resolución, el juez aclaró que el escrito firmado por el Félix Gallardo, mediante el cual pretendió cumplir con los trámites, fue presentado el 23 de diciembre de 2021, fecha en la que ya se había vencido el plazo de cinco días que contaba para cumplirla, que culminó el 22 de diciembre.

Esta última queja había sido tramitada luego de la negativa de un juzgado en la Ciudad de México en 2019 en la que le negó pagar su pena de prisión en su domicilio, que buscaba bajo el argumento de tener un frágil estado de salud por su avanzada edad, que le ha provocado la pérdida de vista, oído y movilidad.

En esa ocasión, los magistrados argumentaron que Félix no probó que sus enfermedades fueran graves o pusieran en riesgo su vida, por lo que continuó pagando la condena por los delitos contra la salud, acopio de armas de fuego y cohecho, derivado del tráfico de cocaína.

Félix Gallardo fue detenido el 4 de abril de 1989 y sentenciado a cerca de 40 años de cárcel, pena que cumple en el Centro Federal de Readaptación Social 2, conocido como Puente Grande en Jalisco.

Nacido en Culiacán, Sinaloa, en 1945, Gallardo se inició como agente de la desaparecida Policía Judicial Federal y llamó la atención de los capos de la droga.

Fue comisionado para viajar a Guadalajara para establecer nuevas rutas de trasiego y ahí, junto con Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, fundaron el Cartel de Guadalajara para el contrabando de marihuana y opio hacia Estados Unidos.

Sus conexiones con mafias colombianas y amistades con políticos corruptos le permitieron comparar voluntades y escapar de varios operativos en su contra.

Su organización evolucionó de traficar marihuana a cocaína, lo que puso en alerta a Estados Unidos, que en ese entonces mantenía en el país a agentes antinarcóticos, entre los que se encontraban Enrique “Kiki” Camarena.

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En 1984 se dio el decomiso de nueve mil toneladas de marihuana en el municipio de Allende, Chihuahua, propiedad del cartel Guadalajara, catalogado como uno de los más grandes decomisos por la DEA y el Ejército Mexicano.

Esto desataría la ira de Caro Quintero, quien, de acuerdo con la DEA, ordenó el secuestro de Camarena el 8 de febrero de 1985 junto con su piloto. El cuerpo de Camarena apareció torturado casi un mes después en un camino rural.

El Jefe de Jefes fue detenido en abril de 1989 bajo los cargos de tráfico de drogas y otros delitos. En 2017 fue sentenciado por un juez federal a 37 años de prisión y al pago de 20 millones 810 mil pesos, acusado de participar en el homicidio de Camarena y el piloto mexicano Alfredo Zavala.

Actualmente está preso en el penal estatal de Puente Grande, donde hablará sobre el asesinato de “Kiki” Camarena, su relación con Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, el primero libre y el segundo en libertad domiciliaria.

Alfredo Maza | El Sol de México