:)

Inteligencia Artificial

Deep Purple festeja su carrera de cinco décadas con el “crimen” de los covers

Presenta su nueva grabación, Turning to crime, un disco de covers

Published

on

Foto: EarMusic

Durante una trayectoria de cinco décadas, no hay nada que no se haya dicho sobre Deep Purple, pero cada que la agrupación británica lanza un nuevo disco, la comunidad rockera internacional voltea a verlos, aunque sea para levantar la ceja y hacer algún comentario sobre su longeva carrera.

No podría ser de otra manera cuando se trata de una banda que ha vendido más de 100 millones de discos, que ha llenado todo tipo de foros durante décadas y que básicamente ayudó a moldear la estética de lo que conocemos como rock clásico.

Son innumerables los éxitos y reconocimientos pero esta vez la banda decidió llamar nuestra atención con una estrategia a la que hacía mucho que no recurrían, precisamente desde sus inicios: las versiones de canciones de otros artistas, también conocidos como “covers”.

Lee: La banda inglesa Elbow regresa para transportar con su música a otros sueños

Es un hecho que no siempre son bien vistas estas prácticas, sobre todo actualmente, cuando las versiones de canciones se han convertido en una fórmula fácil para tener éxito en las plataformas de streaming.

Conscientes de que se trata de una jugada políticamente incorrecta, los integrantes de la banda se adelantan a las críticas y deciden titular a su nuevo disco Turning to crime, a lo que se suma su sello discográfico, earMUSIC cuando califica la idea como: “Un delito que la policía del rock y los puristas del gran jurado describen comúnmente como hacer versiones”.

La justificación para recurrir a esta idea es simple y hasta cierto punto coherente: los miembros del grupo, que actualmente son Ian Gillan, Roger Glover, Steve Morse, Ian Paice y Don Airey estuvieron, como casi todo el mundo, en confinamiento domiciliario durante la pandemia, por lo que no se encontraban en condiciones de tocar en vivo, ni de crear música nueva.

Así que, justo como lo hicieron en sus primeros tres álbumes, cuando recurrieron a canciones de artistas como Joe South, The Beatles, Neil Diamond y Donovan, ahora el quinteto rinde tributo a otras canciones de algunos artistas, también contemporáneos, entre los que destacan Fleetwood Mac, Bob Dylan y Cream.

Es el propio tecladista de la banda, Don Airey, quien revela en exclusiva con El Sol de México que la idea surgió luego de que su amigo Bob Ezrin, quien les produjo sus tres discos previos NOW What?! (2013), inFinite (2017) y Whoosh! (2020) se unió a la idea de darle forma a estas nuevas versiones de la banda.

Fue así como, luego de varias sesiones de grabación en el Reino Unido, Estados Unidos, Suiza, Canadá y hasta Suiza, el conjunto concretó este trabajo con la misma consigna de siempre: entregar un buen disco, según refiere el propio Airey:

“Creo que no perdemos el deseo de mejorar, de ser mejores músicos y de hecho creo que justo eso es lo que impulsa a seguir en este camino, después de tantos años… Porque es maravilloso dedicarte a la música, pero si quieres ser parte de ella tienes que seguir así, no puedes relajarte demasiado”, asegura cuando le preguntamos por aquello que los motiva a seguir en las andadas, después de tanto tiempo.

Lee: Ludacris es rapero, empresario, actor y ahora compone música para los niños

Para mantener su relevancia como artistas, lo que hago es practicar, porque si practicas al menos una hora al día, terminas volviéndote bueno… Y ahora más, con el encierro por la pandemia.

Claro, la constancia es muy importante. Hablando de ello, ya llevas casi dos décadas trabajando con Deep Purple.

Por supuesto, y me asombra, sobre todo porque al principio se suponía que sólo estaría con la banda unos dos o tres años como máximo, según me lo dijo el propio manager una vez, pero mira, aquí estamos, ya en el 2021 y todavía haciendo cosas con Deep Purple, de verdad es asombroso.

El disco abre con “7 and 7 Is”, una composición del cantautor Arthur Lee, de la banda de culto angelina Love; una forma poco previsible de abrir este catálogo de influencias que en este trabajo de arqueología musical escarba hasta mediados de la década de los cincuentas, cuando un pianista de rhythm and blues, llamado Huey “Piano” Smith dio a conocer una melodía llamada “Rockin’ Pneumonia and the Boogie Woogie Flu”, también rescatada en este álbum.

Más antiguo aún es un blues llamado “Let the Good Times Roll”, popularizado en 1946 por Louis Jordan & the Tympany Five, y que nuestro interlocutor elige como su favorita de este disco:

“Esa canción es genial en muchos sentidos, pero para una banda de rock como nosotros, tocar un número de banda de swing es todo un logro… Al final me encantó cómo quedó, se siente una sensación increíble, como suena cada uno de los instrumentos… Sobre todo Steve Morse… De verdad me parece un gran track”.

Pero la rendición apunta hacia distintos lados, incluso hacia artistas muy populares, como sería el caso de Fleetwood Mac, de quienes recuperan “Oh well” o de Bob Dylan, de quien retoman “Watching the River Flow”, de 1971.

Siguiendo con las explicaciones no pedidas, la banda destaca que no fue por falta de ideas que decidiera grabar un disco de covers, y recuerda que su disco anterior, Whoosh!, lanzado hace apenas 15 meses, tuvo muy buen recibimiento entre sus seguidores, colándose en los primeros lugares de las listas de países como Alemania y el Reino Unido, además de levantar suficientes críticas positivas de parte de la crítica especializada.

 “La música es sólo música… y eso es justo lo que hacemos”, dicen, sin mostrar signos de emoción, arrepentimiento ni culpa.

Además de recuperar otros clásicos personales como “Dixie Chicken”, de sus contemporáneos Little Feat, lo mismo que “Lucifer” de Bob Seger, la banda retoma el clásico “White room” del supergrupo Cream, además de hacer una especie de homenaje por partida doble a Jimmy Page, ya que no sólo retoman “Shapes of Things”, de The Yardbirds -la primera banda del mítico guitarrista-, sino que también recuperan “Dazed and Confused”, el clásico de Jake Holmes popularizado por la segunda superbanda del Page, que fue Led Zeppelin.

Son tantas las referencias añejas de este álbum, que no podemos evitar preguntarle a Don si escuchan música nueva o si hay algo de la música actual que le llame la atención.

“Bueno, escucho bastante… Me gusta una banda que se llama Tinstale, y también a Bring me the Horizon, que me parece que son una muy buena banda. Debo decirte que aunque escucho mucho, tampoco hay nada que realmente me deje inconsciente… Otra cosa que realmente disfruto son los álbumes de Billie Eilish, que me parece bastante extraordinaria para ser una chica de 17 años”.

El tecladista de Deep Purple dice que les encantaría hacer una gira en 2022, aunque subraya que, como es de esperarse, todo dependerá de cómo se desarrolle la pandemia:

“Pero ya veremos, los planes están ahí, si todo sale bien, parece que tendremos un año completo de giras, de verdad esperamos que las cosas vayan mejor de lo que están”, agrega.

Probablemente, claro que sí… Si no el año que viene, entonces seguro el que sigue.

Hablando de conciertos, ¿hay alguna canción que Deep Purple ya no toque en vivo por alguna razón?

Solíamos tocar una hermosa canción de Fable, llamada “Fused”, recuerdo que la tocábamos mucho a principios de este siglo, cuando me uní a la banda por primera vez, pero de repente desapareció del repertorio y ya nunca regresó, aunque debo decirte que es una canción maravillosa, una canción que realmente amo.

Alejandro Castro | El Sol de México

Publicidad

Trends

Publicidad