México puede ser el mejor lugar para nacer y crecer: CCE

Para la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el gobierno de Nuevo León y el sector privado del país, México puede ser el mejor lugar para nacer y crecer si se invierte en la Primera Infancia.

De acuerdo con el estudio de la OCDE, presentado en el marco del evento realizado por la Subcomisión de Primera Infancia del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el organismo internacional destacó el hecho de que los niños son vulnerables por diferentes razones, describe los factores individuales y ambientales en juego e instó a los países a desarrollar estrategias de bienestar infantil que prioricen las necesidades de los niños vulnerables.

En el foro “Los retos para hacer de México el mejor lugar para nacer y crecer”, se destacó la importancia de invertir, promover y ejecutar iniciativas que impacten y mejoren las condiciones de primera infancia –que va de los 0 a los 6 años-, para mejorar las condiciones del país en un futuro inmediato.

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Se expuso que la primera infancia debe ser una prioridad para todos los sectores de la sociedad, incluidos gobiernos e iniciativa privada, pues la atención al desarrollo infantil temprano tiene efectos positivos en el bienestar de las personas, así como mejores resultados en pruebas educativas, mejor estado de salud, incluso más de 25 años después, mayores oportunidades de empleabilidad, ingresos más altos y menor participación en actividades criminales y conductas agresivas.

Además, se subrayó la importancia de que las empresas inviertan en el cuidado infantil porque puede presentar una mejora sustancial en su desempeño, reducción de ausentismo, incremento en la productividad y una creciente motivación y compromiso, además de favorecer la reputación de la empresa y ayudarla a acceder a mercados con un alto nivel de conciencia social.

De acuerdo con lo expuesto en el foro, en México la inversión en la atención de niños de hasta seis años es apenas del 0.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), cuando hay evidencia suficiente de que la inversión en esta edad tiene una rentabilidad anual del 10 por ciento, de acuerdo con el Pacto por la Primera Infancia.

“Ante la situación actual es esencial invertir en el diseño e implementación de políticas públicas. Y politicas empresariales dirigidas a la primera infancia para poder revertir el daño que la pandemia de COVID-19 ha dejado en la niñez, así como atender los rezagos anteriores a la llegada del virus.

Para Silvia Dávalos, directora general de Políticas Públicas y Comisiones del Consejo Coordinador Empresarial, la atención a la primera infancia siempre ha sido una prioridad por ello estamos muy entusiasmados con esta red que cuenta ya con más de 40 empresas que trabajan por nuestra niñez.

De acuerdo con un comunicado del Consejo Coordinador, la Red CCE por la Primera Infancia -iniciativa de la Comisión de Educación lanzada desde el Subcomité de Primera Infancia- ya cuenta con más de 60 miembros, entre empresas y organismos, que promueven mecanismos para crear un cambio de cultura y reconocer el tema de primera infancia como estratégico para la competitividad y productividad nacional, conscientes de que, solo así México contará con una sociedad adulta comprometida en ámbitos sociales, familiares y laborales.

Para James Heckman, Premio Nobel de Economía en 2000, invertir en los primeros años transforma la vida de los niños e impacta la trayectoria de crecimiento y competitividad de los países, generando retornos de hasta 14 por ciento cada año.

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En tanto, Sofialeticia Morales, titular de la Secretaría de Educación en el gobierno de Nuevo León, destacó que “en México 34.2 por ciento por ciento de las niñas y niños viven en condiciones de pobreza, lo que representa una gran carencia en los elementos para desarrollar la primera infancia” y que en el estado se trabaja en los ejes de voluntad política, trabajo intersectorial con seguimiento y alianza con la sociedad civil para ofrecer mejores condiciones de vida para la primera infancia.

“Hoy solo 36 por ciento de los niños de tres a cinco años asiste a la escuela. Desde ahí se forma una gran brecha matemática que es uno de los principales motivos de abandono escolar”, declaró Rocío Abud, directora general de Fundación Coppel.

“Desde las empresas tenemos una gran responsabilidad sobre todo para el acceso al cuidado digno de los hijos de nuestros colaboradores. Si no lo hacemos en alianza, como sector empresarial, como país no lo vamos a lograr”, puntualizó.

Diana Hicapié, economista de la División de Educación del BID, dijo que el costo de haber mantenido cerrados los preescolares va a representar 3.0 por ciento del PIB y que los “niños fueron grandes perdedores, vemos impactos irreversibles y duraderos, como incremento en mortalidad y morbilidad, exclusión social y violencia infantil, así como la pérdida de ingreso en los hogares y la crisis de la salud mental, tanto de adultos, cuidadores y niños”.