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Sonora

Los food trucks son la otra oferta culinaria en Hermosillo

Los food strucks tienen una historia de 40 años en Hermosillo, su inspiración llegó de Tijuana y ahora son sitios de convivencia que impulsan la economía familias de los sonorenses

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HERMOSILLO, Sonora.- Los food trucks — puestos móviles que preparan y venden alimentos— han tenido bastante éxito en Hermosillo, ya que son una oferta culinaria y una nueva forma de “hacer ciudad” al integrar actividades y espacios recreativos para sus visitantes.

El parque “La Ruina” se ha convertido en un lugar emblemático desde 2015, cuando se dio inicio con este concepto de food strucks, y es hoy referente para que surjan más sitios del mismo corte comercial y de tendencia estadounidense en Hermosillo. 

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Todo inició con el rescate de un terreno de cinco hectáreas, que pertenecía a una vieja fábrica textil abandonada desde hacía casi 40 años, al que se le agregaron, primero, mesas de plástico, unas cuantas sillas y dos vehículos móviles con las características del Food Trucks.

La historia

En entrevista con Cobertura 360, José Luis Deschamps socio, cofundador y actual director general del parque sonorense, explicó que el modelo comercial está diseñado para ofrecer un espacio para los emprendedores gastronómicos, con un compromiso social, gratuito y, a su vez, crear un sitio de convivencia para los visitantes de todas las edades 

“Iba a Tijuana y yo veía un lugar que se llama Food Garden, con un concepto al aire libre, con comida muy rica y me pareció padre”, dijo el tampiquense de 30 años y radicado en la capital de la entidad, Hermosillo.

“Lo vi como una oportunidad para quien quiere poner buena comida, pero, que no tiene dinero para visitar un restaurante; el concepto es una opción en la economía a escala donde, entre todos, se pagan los servicios”, afirmó.

“Este lugar (el parque “La Ruina”) estaba abandonado en el centro de la ciudad, era una manzana podrida y, pensamos, con los árboles y lo poquito que tenía adentro, ¿por qué no hacer un lugar relajado, informal, donde todo mundo se siente con todo mundo?”, expresó.

José Luis Deschamps aclaró que a tres años y medio de distancia, el parque tiene un total de 95 trabajadores,16 vehículos (Food Trucks) que ofren hamburguesas, sushi, carne asada, tortas, comida vegetariana y oriental y cuenta con un bar con oferta musical.

El parque –ubicado en el corazón de la colonia Cinco de Mayo– también cuenta con ocho puestos fijos de comida; un área verde con juegos para niños; un espacio de cine y, una zona donde se practica la yoga al aire libre; así como dos galerones para eventos masivos.

También existe una zona que sirve de estudio de filmación y, otro de grabación de música; incluso cuenta con un avión tipo “Fairchild FH-227”, que data de 1955, y que sirve como atracción particularmente para los pequeños.

La otra oportunidad de convivir

El joven emprendedor adelantó a Cobertura 360 que próximamente habrán canchas, área de patinaje, pizzería y una fábrica de cerveza artesanal. El crecimiento, aseguró José Luis, fue orgánico, de voz en voz, lo que se traduce entre 12 y 15 mil visitantes a la semana.

“La aceptación de la gente nos ha incentivado a seguir con el riesgo de invertir; ahorita debemos más dinero que con el que empezamos –que eran 300 mil pesos–; pero tenemos un impacto social, cultural y de la vida que el parque le ha dado al barrio; puede parecer un negocio grande, pero, hasta ahorita, ha sido como una maquinita, lo que se ha generado aquí se ha metido a la misma maquinaria”, dijo.

Con el éxito, ahora el ayuntamiento de Hermosillo –que desconocía el concepto de parque de food truck, aunque ya había algunos de estos vehículos dispersos por la ciudad– otorgó permisos para operar en cinco sitios, donde se mantienen de diez a 16 vehículos tipo “Food Trucks”,con espacios recreativos para eventos sociales.

“Nadie nos entendía qué queríamos hacer, por ejemplo, para pedir permisos de alcohol, Protección Civil, salubridad, nos preguntaban ¿y qué es? No entras en ningún formato de la Ley, no es restaurante, pero tampoco es una plaza comercial, tampoco un estacionamiento”, relató.

El reto consistió en hacer las cosas bien y pedir confianza en el proyecto. “No nos digan que no”, narró José Luis, “vamos construyendo juntos, dígannos que sí y vamos demostrando… y esta ha sido una conversación continua con las autoridades, para siempre hacer las cosas mejor y cumpliendo con todo lo que nos digan”.

Día con día, el equipo creativo del parque La Ruina está en búsqueda de nuevas cosas que ofrecer a sus visitantes, con la intención de crear una filosofía de la ciudad que quisieran tener y compartir.

“¿Por qué no hacer una ciudad como a nosotros nos gustaría? Nadie más nos la va a hacer”, concluyó, “me encantaría que sea un ejemplo de ciudad, que sea un distrito donde la gente viva y conviva en la Cinco de Mayo, generar un distrito joven que resurja de un barrio viejo; mi mesa ideal, es esa donde esté sentado desde el abuelito, hasta el nieto, comiendo pizza, todos conviviendo”.

Por Astrid Arellano

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