Los ferrocarrileros mexicanos luchan por revivir el tren de pasajeros

TAMPICO, Tamaulipas.  En el marco de la celebración del Día del Ferrocarrilero, que se conmemora el 7 de noviembre, el sector ferroviario del país mantiene e impulsa la esperanza de que los trenes de pasajeros revivan en el noreste mexicano y no se quede solamente en el sureste con el Tren Maya.

Los ferroviarios no enfrentan su mejor etapa, ya que desde su privatización, que comenzó en 1996, es exclusivo para la gran industria, dejó de atender a la micro y pequeña empresa y está muy lejos de prestar cualquier servicio a la población mexicana.

La Confederación de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (CTFRM) no pierde la esperanza que el sistema de ferrocarril regrese a manos del gobierno federal y revivan proyectos estrella en el transporte de pasajeros, como ya ocurre en el sureste.

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El delegado de la CTFRM en Tamaulipas, Rodolfo Torres Sánchez, considera una necesidad urgente impulsar ese servicio y hacer realidad no solo la conexión vía férrea desde la Ciudad de México con Monterrey, Veracruz, Guadalajara, Oaxaca y Morelia, sino otros no menos importantes como la conexión Tampico-Altamira con San Luis Potosí.

El también exlíder de los ferrocarrileros de la sección 34 del STFRM, quien vivió de cerca la privatización, asegura que con esa venta Ferrocarriles Nacional de México perdió su esencia de generar riqueza, desarrollo social y provocó que miles de comunidades atravesadas por el tren se convirtieran en pueblos fantasmas.

Desde su punto de vista, el sistema ferroviario en manos de 27 empresas, con el predominio de Kansas City Southerm, Ferromex y Ferrosur afronta un atraso indiscriminado y la propuesta de acercarlo a los mexicanos ya está en la mesa del gobierno federal, para que sean creados sistemas mixtos de carga exprés y pasajeros, aprovechando la infraestructura existente y empujando nuevas inversiones.

El proyecto del tren turístico Tampico-San Luis Potosí ha sido planteado al presidente Andrés Manuel López Obrador y no está lejos de hacerse realidad, pues los primeros estudios anticipan factibilidad y rentabilidad.

Las propuestas, asegura, ya avanzan, además en el Congreso de la Unión para que planes de esa naturaleza se hagan realidad en distintas regiones del país y la población mexicana tenga a su alcance el transporte por tren accesible, moderno y barato, como ocurre en muchas regiones del mundo.

Para el presidente de la Asociación de Hoteles del Sur de Tamaulipas, Alberto Ortega Ortega, se trata de una idea factible, que ya ha sido tratado con funcionarios de Kansa City Southerm y que aprovecharía infraestructura y equipamiento disponible entre Tampico y San Luis Potosí.

Sin embargo, debe incluir la combinación de esfuerzos de los gobiernos, sector privado y la compañía concesionaria y sí se hiciera habría resultados positivos en cadena para el turismo, comercio y reviviría cientos de comunidades en su trayecto.

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Actualmente, la oferta de transporte de pasajeros en México es reducida y el más famoso es de la ruta Chihuahua-Pacífico, conocido como “El Chepe”, otro pequeño entre Guadalajara y Tequila, así como el Tren Maya, en construcción en el sureste del país.

Don Jesús Gazca Razo, dedicó más de 35 años de su vida a Ferrocarriles Nacionales de México, comenzó desde muy joven como lamparero de patio y su dedicación le hizo ascender a otros puestos como llamador de transportes, garrotero, conductor de trenes, hasta alcanzar el cargo de confianza de Ayudantía de Superintendente en las estaciones de Tampico, Cárdenas, Monterrey y Nuevo Laredo.

Ser trabajador ferrocarrilero, cuenta, le llenó de satisfacciones por el enorme aprendizaje en la empresa, sobre todo en afrontar desafíos como corregir la volcadura y descarrilamientos de un tren cargado de cloro, ocurrido en 1981 en el pueblo de Montaña, San Luis Potosí, causando intoxicación masiva entre la población.

Su vida laboral no terminó con Ferronales, pues esta continuó en Ferromex, donde trabajó algunos años utilizando sus conocimientos y experiencia en una actividad que le apasiona como nada, además de permitirle un patrimonio para su familia.

Para Esteban Jiménez Hernández su vida comenzó como ferrocarrilero desde la adolescencia, desempeñándose como mayordomo de vía no solo en Ferrocarriles Nacionales de México por 26 años, sino después laborando en el mantenimiento, reparación y construcción de líneas férreas en otras empresas subcontratistas de Ferrosur, Ferromex y Kansas City.

Proviene de una familia de tradición ferroviaria que comenzó su abuelo Lucas Jiménez, continuó su padre Antonio, así como sus tres hermanos y hoy celebrar el Día del Ferrocarrilero le llena de satisfacción y orgullo.

Mirna Hernández | El Sol de Tampico