Tijuana dejó de ser ciudad de paso; ahora está sobrepoblada

TIJUANA, Baja California. Dejó de ser ciudad de paso y ahora es una ciudad sobrepoblada. Tijuana se convirtió en la primera opción de vida para muchos mexicanos que buscan un empleo estable, una vivienda digna y educación para sus familias.

Raúl González R., coordinador de Maestría en Estudios de Población de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), explicó que cada vez hay menos espacios para construir casas y brindar servicios públicos a quienes llegan a vivir a este municipio fronterizo.

“Tijuana tiene una dinámica económica muy importante que la hace atractiva para cualquier persona. Todos quieren un pedazo de terreno, una vivienda, servicios; y como cada vez son más escasos, se nota más (el crecimiento poblacional).

“Antes había mucho espacio e iban llegando y se iban acomodando, pero la ciudad ya está muy saturada, ya no hay mucho para crecer físicamente”, explicó el especialista. Fue en los años 80 cuando esta ciudad se empezó a considerar como la “zona de espera” para viajar a Estados Unidos.

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Hasta el censo poblacional de 2010, vivían en Tijuana un millón 300 mil habitantes (cifra similar a la de San Diego, California, una de las primeras ocho ciudades más pobladas del país vecino). Las estimaciones para el censo que se levanta este año indican que la población podría rondar ahora los dos millones de personas.

El crecimiento poblacional de Tijuana, una ciudad fronteriza caracterizada por la migración, continúa cada año. Se calcula que el nuevo censo arroje un promedio de crecimiento de 1.3 por ciento respecto del año anterior, es decir, que entre 20 mil y 25 mil personas llegaron para quedarse a vivir en la ciudad fronteriza.

La cifra, sin embargo, es conservadora. Hay políticas en el país o factores internacionales que hacen que lleguen más personas de las estimadas, tal como ocurrió con la llegada de haitianos en 2016 y de centroamericanos.

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A propósito del Censo de Población y Vivienda 2020, el especialista en demografía dijo que aunque llega mucha gente a habitar, también se va después de algunos meses o años. Sin embargo, esa dinámica ha cambiado en las últimas dos décadas.

“Tijuana por sí misma es un polo de atracción, por las bondades de encontrar un empleo remunerado con prestaciones y se benefician también de esa dinámica poniendo sus negocios formales e informales. La población tiene la posibilidad de hacerse de un modo de vida suficiente y estable”.

Por Korina Sanchez S.