La muñeca tradicional queretana Lele ya es objeto de piratería en México

QUERÉTARO, Querétaro. Aunque la muñeca Lele ahora es usada en llaveros, bolsas, carteras, rompecabezas y espejos en otros estados del país e incluso en lugares turísticos como Cancún y San Miguel de Allende, estos productos no son artesanales y solo se explota la imagen que originalmente es elaborada a mano, aseguraron artesanas.

El gobierno estatal ya registró 12 marcas con el nombre ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).

Silvia Pascual, artesana indígena de San Idelfonso Tultepec, señaló que cuando los turistas compran esos productos creen que se trata la muñeca Lele, sin embargo, la artesanía debe ser hecha totalmente a mano.

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 “Nosotros como indígenas o como otomís tenemos que agarrarnos de nuestras raíces y vender ciento por ciento hecho a mano”, indicó.

Afirmó que el boom por esta artesanía ha generado que haya más oferta, pero expuso que todas deben cumplir con que sean bordados en hilván o punto de cruz, ya que si no se facilita que las empresas repliquen otros tipos de bordados y la adquisición de material más barato.

 “Otro artesano que lo haga todo a mano no va a poder competir con ese diseño que vayan a sacar porque el costo se baja bastante”, puntualizó.

Señaló que cuando realiza la venta de una muñeca elaborada por artesanos del grupo Dontxu, les explica a los turistas el trabajo que realizan desde la planeación, los detalles y los bordados.

 “Le explico que no está regalando cualquier detalle, que esta muñequita llevan cinco personas que la elaboraron. Y las elaboraron pensando en su corazón, y en su mente  como la querían vestir y peinar”, detalló.

En tiendas de souvenirs en varios lugares turísticos como Cancún o San Miguel de Allende ahora se venden productos con la imagen de Lele, muñeca que tiene origen en las comunidades indígenas de Amealco, Querétaro.

Mientras que en el IMPI hay 12 registros de marca que realizó el Ejecutivo del estado desde enero de 2020 y que tiene vigencia hasta 2029, entre las que están Lele, que trasciende desde el corazón, con diferentes imágenes.

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Y en trámite está el registro de una marca Lele y Lele Brother de la empresa Shantou Chenghai Qunlong Plastic Industry Co; así como otros diez procesos que ingresaron particulares y empresas.

Aunque varios grupos de artesanos intentaron registrar la marca, no pudieron porque la administración estatal ya había realizado el registro ante el IMPI.

Sin embargo, para Silvia Pascual esto representa que se puede defender la imagen y el nombre de su herencia cultural ante el interés de que empresas puedan utilizarla.

 “Doxtxu somos nosotras, somos la comunidad, y aunque lo tenga el gobierno del estado, somos nosotras. Y así le ha pasado a otros grupos, que han tratado de registrar su marca y no han podido”, aseveró.

Además, la artesana puntualizó que hay personas de esas comunidades que se han ido a vender a otras partse del país, y solo regresan por materiales para elaborarlas; y también se han formado grupos para vender a través de redes sociales e internet.

Enfatizó que el último año ha sido complicado para las artesanas por la pandemia, pero en grupos tratan de posicionar su trabajo en internet y en Amealco.

“Nos encontramos mucho con eso de que no están comprando una, te estoy comprando seis, y es que te compramos muchísimas. Y les digo que para hablar de muchas serían como mil 200”, indicó.

Enfatizó que para detonar la economía del país se debe de dar a conocer con lo que cuenta cada comunidad indígena. “Cada estado tiene su grupo, en cada estado elaboran su muñequita, en cada estado tienen su técnica para bordar, en cada estado tiene sus textiles, barros”, agregó.

Cecilia Conde  | Diario de Querétaro