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Blim estrena Los días que no estuve, su primera producción original

Es la ópera prima de Samuel Ríos, quien aborda el tema de la muerte, la paternidad, la responsabilidad y la crisis existencial que en ocasiones provocan esa sensación de querer huir

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Foto: Videocine

“Todos en algún momento hemos tenido ganas de huir y volver a empezar en un lugar donde nadie nos conoce”, atajó el director de cine Samuel Ríos para describir Los días que no estuve, una película de Blim que reflexiona sobre la soledad como camino para encontrarse a sí mismo en medio del bullicio del presente.

La cinta, que se estrenó en la plataforma de streaming Blim, es su primera producción original y la ópera prima de Samuel Ríos. Trata sobre la vida de Héctor Medellín, interpretado por Martín Altomaro, un actor de comedia en decadencia quien tras la muerte de su exesposa decide esconderse en una playa lejana donde nadie, literalmente, nadie lo reconoce, y así comenzar una nueva vida como cocinero de un restaurante.

Pero la vida le juega sucio y lo pone, de nuevo frente a sus responsabilidades: su hija adolescente.

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“Héctor nos representa a todos, cuando hemos tenido un punto en nuestra vida que queremos dejar todo atrás, escapar de algo, y me gustó justo la historia de alguien que sí pudiera hacerlo. Me preguntaba qué pasaría, cuáles serían las repercusiones alrededor, y sobre todo la idea de esta película, que propone ahondar en el pasado en tus propias decisiones, en el viaje de alguien para entender cómo las decisiones que has tomado te obligan a frenar o seguir”, dijo Ríos.

El largometraje filmado en Oaxaca y Ciudad de México plantea el punto más crítico de Héctor en su desarrollo, tanto laboral como personal, incluso emocional. La narrativa lleva al espectador de Blim por momentos en que a pesar de tener materialmente todo lo necesario, siente un vacío y entonces, cuando le toca enfrentarse a su pasado prefiere huir.

Ese pasado, detalló Samuel Ríos, es su exesposa (interpretada por Irene Azuela) en la agonía por el cáncer y, en particular, el destino de su hija adolescente a quien no ve desde hace más de una década. Al verse en el abismo, Héctor decide fingir su muerte para reiniciar una vida libre, paz y armoniosa consigo mismo.

El director señaló que si bien la soledad no se plantea como la solución a los problemas, sí como una estrategia para reflexionar sobre uno mismo. El protagonista en realidad no huye de su pasado sino experimenta un autoconocimiento.

“Ahora la pandemia nos dio a muchos un golpe de soledad, pero creo que es un tema que todos hemos tenido, y yo no veo a la soledad como un concepto malo, creo que en el caso de Héctor es para tratar de estar bien”, acotó.

Ante ello, Ana Valeria Becerril, quien interpreta a la adolescente Gina, destacó la importancia de mirar a los demás personajes: “En situaciones difíciles o que no nos hacen sentir tan cómodos, siempre tenemos el pensamiento de salir y empezar en un lugar donde nadie me conozca y empezar de cero, una cosa es pensarlo y otra hacerlo, la película plantea las consecuencias y lo que se gana a partir de eso, es bonito ver y acompañar el viaje de Héctor en esta película y ver a los otros personajes cómo toman decisiones a partir de que se están viendo afectados por la decisión de alguien más, finalmente es un entramado de personajes”.

Becerril también destacó la paternidad como tema central de la película de Blim, pues la relación entre Héctor y Gina guía la narrativa de la cinta.

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“Es una relación muy compleja porque no por el simple hecho de tener el título de padre se merece respeto o el perdón, a pesar de ello, ellos sí lo van a intentar, es un viaje de reaprenderse como padre e hija”, agregó la actriz.

Sonia Ávila | El Sol de México

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