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El Extranjero

Latinoamérica está atrapada en un problema sanitario por la pandemia de Covid-19

América Latina y el Caribe registra más de 788 mil muertos de personas por la pandemia de Covid-19, la cual ha estado presente desde hace un año

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Sao Paulo, Brasil, registró un nuevo récord de mil 389 fallecidos por el Covid-19 en las últimas 24 horas. Foto: Gabriela Pérez Montiel/Cuartoscuro.

Más de tres meses después de que las primeras vacunas contra el Covid-19 se administraran en América Latina y de unas concurridas vacaciones de Semana Santa, la pandemia continúa azotando duramente a países como Brasil y sigue resurgiendo peligrosamente en naciones como Uruguay o Chile. 

Apenas el pasado viernes, América Latina y el Caribe superaron los 25 millones de contagios de Covid-19, la región registra además un número mayor a 788 mil muertes por la enfermedad.

La batalla que libra la región para frenar el coronavirus permanece marcada por desigualdades y la falta de oportunidad de los gobernantes para poder conseguir las dosis necesarias. Mientras algunos países se jactan de tener tendencias positivas en la vacunación como Chile o Uruguay, hospitales de las naciones vecinas colapsan bajo las oleadas de casos nuevos.

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En especial preocupan las altas tasas de mortalidad por Covid-19 en Brasil, Perú, Chile y Paraguay. Una señal de que probablemente los sistemas de salud locales están bajo una presión que desborda su capacidad.

Por ejemplo, Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil con unos 46 millones de habitantes, registró un nuevo récord de mil 389 fallecidos por el Covid-19 en las últimas 24 horas, según los datos divulgados por la Gobernación paulista.

La marca, que supera en 180 decesos el récord anterior, alcanzado hace exactos siete días, impacta también la contabilidad a nivel nacional, que igualmente podrá alcanzar un nuevo máximo de muertos en una sola jornada por la enfermedad, que sigue avanzando de forma desenfrenada en todo el país.

“La mortalidad aumenta cuando esto sucede, porque los pacientes tienen dificultades para encontrar la atención que necesitan. Mientras, los trabajadores de la salud –muchos de ellos sin ser vacunados todavía– están sobrecargados al tener que atender a demasiadas personas a la vez”, dijo la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Incluso en países con una sólida administración de vacunas, el acceso equitativo a las dosis que pueden salvar vidas está lejos de ser la norma. A eso se suma que funcionarios de salud en Latinoamérica temen que la tercera ola de la pandemia de Covid-19 gane impulso. 

Justamente, debido a las nuevas variantes contagiosas, y, con demasiada frecuencia, a un enfoque gubernamental de flexibilización frente al distanciamiento social, como sucedió con el periodo vacacional por la Semana Santa.

De hecho, sólo en marzo se registraron más de 66 mil muertes adicionales relacionadas con la pandemia de Covid-19. Lo que representa más del doble del número de víctimas en cualquier otro mes desde el comienzo de la pandemia.

Mientras, a pesar de la sólida infraestructura de vacunación que tiene Brasil, la campaña de inmunización avanza a un ritmo lento. Sólo poco más del 10% de la población total ha recibido la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19, según datos de los departamentos de salud de cada estado.

Además, las unidades de cuidados intensivos en 25 de los 27 estados del país están a más del 80% de su capacidad. Aún así, algunos estados, como Río de Janeiro, decidieron reabrir las escuelas, bajo la insistencia del presidente Jair Bolsonaro, firme opositor de los confinamientos.

Para intentar frenar la propagación del Covid-19, varios países de Latinoamérica cerraron sus fronteras con Brasil. Y Uruguay, por ejemplo, incluso priorizó la vacunación en las áreas fronterizas con Brasil. Esto con la esperanza de crear un «muro de vacunas» que el virus no pueda penetrar.

Hasta esta semana, Chile había sido como un cuento de hadas de la vacunación contra el Covid-19 en Latinoamérica. Comparativamente, el país comenzó a administrar vacunas muy temprano, en diciembre. Y rápidamente ganó fuerza gracias a los abundantes suministros de dosis de los fabricantes de China.

Hasta el momento, Chile es el tercer país en el mundo con mayor porcentaje de población vacunada, por delante de Estados Unidos.Pero, a pesar de este éxito, Chile registró un nuevo récord de aumento de casos durante dos días seguidos la semana pasada. 

Un hecho ominoso que llevó a las autoridades a cerrar las fronteras tanto a extranjeros como a ciudadanos chilenos para tratar de limitar el contagio.

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Mientras, Uruguay pasó de ser ‘modelo’ frente al coronavirus a liderar los contagios mundiales por cada millón de habitantes. Más allá de ser uno de los que más avanza en la campaña de vacunación: ya inmunizó al 20% de su población, por lo que en América Latina sólo es superado por Chile.

De acuerdo con la página Our World in Data, el 5 de abril Uruguay encabezó la lista con 837 casos nuevos por cada millón de habitantes, lo que supera el registro del resto de los países y confirma una tendencia que ya se venía acentuando desde hace dos meses de la pandemia de Covid-19.

En Perú, que el fin de semana va a las urnas, la situación no es nada mejor: registró el sábado pasado 294 muertos por Covid-19, la mayor cifra diaria desde que la pandemia irrumpió en el país andino hace 13 meses, informó el ministerio de Salud.

Los contagios acumulados ascendieron a 1,573,961 (+5,616 el sábado) y los decesos a 52,625 (+294), según el balance diario del ministerio, superando el récord de 277 muertos en un día registrado el 13 de agosto de 2020, en medio de la primera ola de la pandemia de Covid-19.

Esto sin contabilizar la ola de fraudes dentro de las campañas de vacunación en la región, que incluye falsas aplicaciones, robo de dosis o abusos por parte de los funcionarios para inocularse primero junto con familiares y amigos.

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