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La Opinión

La sombra de Donald Trump le mete ruido al gobierno de Joe Biden

El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump se convertirá en un mártir de concretarse su segundo juicio político en el Senado

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A partir del 8 de febrero de 2021 inicia el juicio político en contra de Donald Trump.

Pese a que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio una vuelta de tuerca completa para borrar lo más rápido posible la huella del republicano Donald Trump en su paso por la Casa Blanca, la cosa no va hacer tan sencilla. A partir del 8 de febrero de 2021 comienzan las discusiones en el Senado por el juicio político al magnate y millonario estadounidense.

La atención mediática volverá estar con Donald Trump. No hay que olvidar que en la pasada elección más de 74 millones de personas votaron por su reelección, se convirtió en uno de los republicanos más votados de la historia de Estados Unidos y eso lo coloca como una figura sumamente mediática entre los grupos de ultraderecha.

El expresidente de Estados Unidos puede convertirse en un mártir en su segundo juicio político, aunque hay un grupo pequeño de republicanos que apoyan una sanción a Trump, la mayoría ya ha expresado que lo van a defender a capa y espada. Sin duda alguna, Donald Trumpo es el activo político más importante de la oposición.

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Donald Trump representa a un importante sector de la población estadounidense, a sus creencias, a sus aspiraciones y a lo que piensan que debe de ser Estados Unidos, por eso es que en este nuevo juicio el magnate inmobiliario no está solo aunque así lo parezca.

Antes de irse Donald Trump repitió en varias ocasiones que volverá a postularse como presidente en las próximas elecciones, en 2024, pero mucho dependerá de cómo salga librado de este juicio. Lo cierto es que su movimiento el Trumpismo nació para quedarse y si no es él, seguramente alguno de sus hijos tomará la batuta del movimiento y le dará batalla a los demócratas. No lo dude.

Donald Trump significó la reivindicación de grupos sociales marginados y discriminados por el desarrollo del país. Grupos que, en más de una forma, fueron daños colaterales de la oleada de acciones afirmativas para minorías; que aunque correcta en principio, fue mal implementada por muchos estadounidense conservadores.

Hace apenas dos semanas, se escuchó “A mi manera”, interpretada por Frank Sinatra, a todo volumen en los altavoces en la Base Aérea Andrews, para despedir al hoy ex presidente, quien partió rumbo a su nuevo hogar en Florida donde seguramente recarga pila para lo que se avecina.

Pero inevitablemente las cosas dan vuelcos, hace apenas dos meses, Trump parecía listo para encabezar una fuerza poderosa en la política estadounidense, incluso después de su derrota electoral del 3 noviembre, pitaba como un opositor muy poderoso e incómodo. 

Baste recordar, como el 6 de enero dio una muestra de su poder político, arengando a sus seguidores para irrumpir en el Congreso y con ello evitar la ratificación del triunfo del demócrata Biden, pero creo que ante la gravedad del acto prefirió recular, hizo un mal cálculo.

Es verdad que la irrupción fue un momento histórico que mostró el poder de Trump, pero también desnudo la clase de calaña que tienen sus seguidores, inclusive robándose el atril y pertenecías de la líder demócrata Nancy Pelosi, un ataque planeado, porque si alguien le plantó cara al magnate durante su gobierno fue ella.

Ahora, el expresidente abrió una oficina, la semana pasada, para “promover los intereses de Estados Unidos y continuar con la agenda” de planteó su administración.

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El exdirector de campaña del expresidente, Brad Parscale, creó un nuevo sistema de distribución de correo electrónico a través de una de sus empresas privadas para las declaraciones de Trump, porque la infraestructura de correo electrónico de la campaña 2020 fue suspendida por el proveedor que había estado usando, Campaign Monitor.

Una gran cantidad de plataformas tecnológicas eliminaron las cuentas o subgrupos de Trump, incluidos los de Twitter, Facebook, Shopify, Twitch e Instagram, después del motín del 6 de enero por partidarios de Trump en el Capitolio de Estados Unidos, que dejó lamentablemente un saldo de cinco personas muertas.

Una de las personas familiarizadas con el activismo de Donald Trump dijo que entre los primeros actos de incidencia estaría respaldar la candidatura de la exsecretaria de prensa de Trump, Sarah Huckabee Sanders, a gobernadora de Arkansas. Ella anunció su postulación el pasado lunes, ahí está una muestra de que el magnate está más vivo que nunca y que seguramente va a dar mucha batalla antes de que lo puedan someter.

No hay que pasar por alto, que una máxima de Donald Trump, es que nunca va aceptar que perdió y esa postura lo puede volver a poner en los cuernos de la luna. O ¿usted qué cree?

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