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Baja California

Elena Medel, la poeta que fundó su propia casa editorial a los 19 años

Actualmente Elena Medel prepara su primera novela que abordará el tema de la sororidad

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Elena Medel
La casa editorial de Elena Medel impulsa especialmente a las mujeres escritoras. Crédito: Lisbeth Salas.

TIJUANA, México. A los 13 años de edad Elena Medel empezó a escribir sus primeros poemas luego de apasionarse con la lírica de Federico García Lorca al leer Poeta en Nueva York en una antología de los escritores españoles de la llamada “Generación del 27”.

Y desde entonces esta joven española no ha dejado de expresar sus emociones a través del verso y la prosa como en Mi primer bikini, un poemario con el que ganó el Premio Andalucía Joven en 2001 y en Chatterton, otra de sus obras literarias que en 2014 obtuvo el premio como creadora juvenil de la Fundación Loewe.

Siendo apenas una joven con 19 años de edad , Elena Medel cofundó su propia editorial llamada “La Bella Varsovia“, una de las más prestigiosas de España especializada en la publicación de poesía.

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Durante casi dos décadas ha dirigido esta casa editorial con la que a impulsado el trabajo de jóvenes poetas y en los últimos tres años, durante el mes de agosto, invita a sus seguidores a unirse a un reto de escritura para que el seguidor se organice y si gusta, aprenda a elaborar poemas a través de su cuenta de Instagram.

Aunque en su familia los libros eran cosa rara y sus padres intentaban entretenerla con el televisor cuando era niña, ella prefería hojear las revistas del corazón de su abuela cuando apenas empezaba a conocer las letras, cuenta en entrevista vía Zoom para Cobertura 360. 

Entonces empezaron a regalarle libros infantiles con más ilustraciones que texto, pero le valió para aprender pronto a leer y casi de inmediato empezó a escribir.

“Empecé a escribir mis propias historias, terminaba por mi cuenta capítulos de las series de dibujos animados que me gustaban, les daba otra vida a personajes de los libros cuyo final a lo mejor no me convencían”, comentó.

Luego empezó con cuentos cortos y pequeños libretos para obras de teatro de la escuela, pero entonces se topó con la poesía de Lorca que la llevó por el camino de las letras.

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“Con Poeta en Nueva York me ocurrió como cuando escuchas una canción en un idioma que no conoces, pero esa canción te dice algo por la música, por lo que te transmite la música, por el tono de voz de quien está cantando, no entendía nada, pero me decía mucho y empecé a pensar que a lo mejor ese lenguaje, el lenguaje de la poesía, era el que yo quería, el que me serviría para comunicarme con los demás y empecé a escribir poemas”.

Para Elena Medel la poesía es un punto de vista emocional que ha sido un como refugio en ciertos momentos de su vida.

“Leer poemas, escribir poemas, es la manera de expresarme que yo siento más mía, la mejor manera”, mencionó. “La poesía habla sobre nosotros mismos, están nuestras emociones, la poesía es un trabajo de lenguaje, de pensamiento, la poesía me parece interesante y necesaria”.

Cuando imparte talleres  en escuelas o en línea, comentó que suele toparse con jóvenes estudiantes que dicen no entender la poesía o que la ven como algo raro.

“Les pregunto a los chavales si leen poesía y me contestan con cara de espanto, sin embargo la poesía está presente en nuestras vidas, está en YouTube, en las letras de las canciones que comparten recursos con la poesía, estamos expuestos a la poesía a diario”, señaló.

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Actualmente Elena Medel prepara su primer novela que estaría lista en octubre próximo en la que aborda uno de los temas que sus obras han llevado tatuado: la sororidad, un término que refiere la hermandad entre las mujeres con respecto a las cuestiones sociales de género.

“La sororidad es una rama fundamental del feminismo, una hermandad que tiende la mano”, mencionó. “Yo soy feminista, para mi es imposible que el feminismo no esté en un proyecto en el que yo estoy implicada“.

Por ello su casa editorial ha tenido la misión de impulsar especialmente a las mujeres escritoras, aunque las puertas también están abiertas para los hombres poetas, aclaró.

“No comprendo el feminismo sin esa sensación de hermandad, sin esa mano tendida”, agregó. “El mundo es mucho más rico con escrituras diversas”.

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