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La Opinión

La visita de AMLO tendrá un impacto insignificante en la campaña de Donald Trump

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador hará una visita de Estado el 8 y 9 de julio de 2020 a su homólogo Donald Trump

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Jacques Coste
México es el principal socio comercial de Estados Unidos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador visitará Estados Unidos el 8 y 9 de julio de 2020, para reunirse con su homólogo Donald Trump. La visita tiene como objetivo principal celebrar la entrada en vigor del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). 

Analistas han caracterizado esta visita como un error de AMLO. Además, personajes prominentes de la política exterior mexicana, como el embajador emérito, Bernardo Sepúlveda, o el exsecretario de Economía (SE), Ildefonso Guajardo Villarreal han advertido al presidente López Obrador de lo riesgosa que es su visita, sobre todo, tomando en cuenta lo impredecible e incendiario que suele ser Donald Trump y la coyuntura electoral que vive Estados Unidos. 

Yo concuerdo con esta interpretación: la visita de AMLO a Washington es riesgosa e innecesaria. Sin embargo, hay un argumento con el que discrepo: que la visita tendrá un impacto sustantivo en la elección estadounidense. 

No será así. 

Es verdad que, en este momento, todos los eventos de política interna y exterior tienen implicaciones electorales. El más mínimo movimiento, palabra o decisión de Donald Trump se ve reflejado en las encuestas. Lo mismo ocurre con lo que dice o hace Joe Biden, el candidato presidencial demócrata.

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El encuentro entre Trump y AMLO impactará en la carrera electoral. Seguramente, Trump tratará de aprovechar la ocasión para fortalecer su candidatura mediante dos mecanismos: 

  1. Asegurar que, de alguna u otra forma, México está pagando el muro fronterizo: quizá no un muro físico, pero sí una barrera fáctica de contención de la migración ilegal. Puede hacer esto de muchas formas: con un discurso duro y frontal que asegure que esto es cierto o mediante una retórica más suave, agradeciéndole a “su amigo Andrés” por desplegar a la Guardia Nacional en la frontera sur de México para detener a los migrantes centroamericanos. 
  2. Aprovechar la visita de López Obrador y la entrada en vigor del T-MEC para presentar a este acuerdo comercial como una victoria de su presidencia. Durante la campaña electoral de 2016, Trump prometió que acabaría con el TLCAN, al considerarlo un tratado injusto. Así, contrastará el “injusto” TLCAN con el flamante T-MEC, “el mejor acuerdo comercial en la historia de Estados Unidos” y lo exhibirá como un logro personal. 

Pese a que Trump intentará obtener réditos electorales de la visita de López Obrador —y probablemente lo consiga—, la incidencia del encuentro entre AMLO y el mandatario estadounidense en las elecciones presidenciales será marginal, casi mínima. 

En 2016, Enrique Peña Nieto invitó a Los Pinos al entonces candidato presidencial por el Partido Republicano. Trump aceptó gustoso la invitación y, en la mismísima casa del presidente de México, reafirmó su propuesta de construir un muro fronterizo. 

Los medios mexicanos caracterizaron la invitación a Trump como un error del gobierno de Peña Nieto. Cuando el republicano obtuvo la victoria electoral y llegó a la Casa Blanca, la prensa mexicana arguyó que la visita de Trump a Los Pinos fue un factor determinante para el resultado de la elección presidencial. 

Los argumentos más comunes para reforzar esa idea fueron que la visita de Trump a México le ayudó al republicano a mostrarse “más presidenciable”, es decir, a proyectar una imagen de Jefe de Estado y de líder político, y que Peña Nieto le brindó una oportunidad de oro para impulsar su agenda antiinmigrante y antimexicana a Trump. 

Quizá estos argumentos tengan cierto fundamento, pero sostener que la visita de Trump a Los Pinos fue determinante para el resultado de los comicios presidenciales es un completo despropósito. Se trata de una sobreestimación de la importancia que el electorado estadounidense le otorga a la política mexicana y a la relación México-Estados Unidos. 

La relación diplomático-comercial entre ambos países es sumamente importante para Washington. México es el principal socio comercial de Estados Unidos y la colaboración entre ambos gobiernos en temas como la seguridad, el combate al crimen organizado, la migración y los asuntos fronterizos se encuentra entre las prioridades de los círculos políticos estadounidenses. Pero no es un tema demasiado atractivo en términos electorales y tampoco está entre las preocupaciones principales del votante estadounidense promedio. 

Por eso, de nueva cuenta caeríamos en una sobreinterpretación si pensamos que la visita de AMLO a Washington será determinante para el resultado de la elección presidencial estadounidense. El encuentro entre Trump y AMLO tendrá muchas implicaciones —desde el previsible disgusto de los demócratas hasta el posible descontento de la comunidad mexicoamericana—, pero sus consecuencias electorales, aunque existirán, serán insignificantes. 

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