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El Extranjero

Alejandro Giammattei reduce 33.12% las muertes violentas en Guatemala

El plan para frenar el crimen del presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei está funcionando en los primeros cinco meses de 2020

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En 2019, la tasa de homicidios en Guatemala fue de 20 por cada cien mil habitantes.

La organización humanitaria Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), que está cumpliendo 36 años de existencia, publicó este jueves un informe sobre homicidios en Guatemala en el que destacó que las muertes violentas se han reducido un 33.12 por ciento los cinco primeros meses de 2020 respecto las registradas en el mismo período de 2019.

Con base en información oficial recabada del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, el GAM identificó la reducción al contabilizar mil 310 homicidios entre enero y mayo de 2020, lo que significa 649 casos menos de los contabilizados en ese espacio de tiempo del año pasado, cuando se reportaron mil 959 homicidios.

El informe coincide con la llegada del nuevo presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, el pasado 14 de enero, quien se hizo cargo de un país con un alto nivel de violencia, una corrupción endémica sobre todo en las estructuras de gobierno y graves problemas alimentarios entre su población. 

Giammattei recibió el poder de manos de Jimmy Morales, quien entre otras cosas decidió no renovar al órgano de la ONU de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), encargado de velar por la limpieza estructural de la corrupción en el país, decisión que respaldo el nuevo mandatario.

Dos días después de asumir el poder, Giammattei presentó su plan de gobierno que apuesta a la prevención para disminuir los índices de criminalidad, pero también a la reacción ante el tráfico de drogas, armas y personas en las fronteras, la conflictividad social y el fortalecimiento al sector justicia.

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La promesa considera un trabajo coordinado entre las fuerzas de seguridad, el control de las cárceles y de las redes delictivas. “Los indicadores sustantivos de la seguridad muestran a una Guatemala sumamente violenta, pese a que en los últimos años se han tenido resultados favorables”, se indica en su plan de trabajo. 

Para el 2019, la tasa de homicidios en Guatemala fue de 20 por cada cien mil habitantes, pero la media mundial es de 6.1 y la del continente es de 17.2, según las Naciones Unidas.

El director del GAM, Mario Polanco, aseguró a periodistas que, a pesar de la significativa reducción de muertes violentas este año, “aún no se puede señalar que haya avance en el tema de seguridad y se debe mejorar sustancialmente”.

Polanco hizo un llamado al Ministerio de Gobernación, el ente encargado de la seguridad ciudadana, para que implemente “políticas en temas de seguridad que permitan que no se incremente el número de homicidios cuando lleguemos a la nueva normalidad”, posterior al confinamiento por la pandemia de Covid-19.

El país centroamericano suma un total de 5 mil 586 casos positivos de coronavirus desde que el pasado 13 de marzo se detectara a la primer persona contagiada de Covid-19 que, además, ha dejado 123 fallecidos.

Además, la ONG advirtió que ya se puede dejar ver ese incremento conforme la población deja el confinamiento y se aglutina en el espacio público, con un incremento del 23.83 por ciento de homicidios comparando los meses de abril y mayo de este año, que pasaron de 214 muertes violentas a 265.

Por su parte, la coordinadora del área de Transparencia del GAM, Karla Campos, informó que de enero a mayo se han reportado 197 mujeres fallecidas, 2 mil 092 denuncia por violencia familiar y 2,511 acusaciones de violencia contra la mujer en el mismo periodo, pese a la reducción de muertes homicidas en Guatemala.

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Campos enfatizó que el 68.8 por ciento de agresores son hombres, de los cuales 25.8 por ciento son convivientes y 19.2 por ciento son esposos, por lo que “nuevamente se puede confirmar que la violencia intrafamiliar, de género y contra la mujer se da en un contexto de la intimidad de su casa”.

El confinamiento, esgrimió Campos, “vino a incrementar esta cantidad de agresiones a mujeres, personas mayores de edad y también a las niñas y niños de Guatemala”.

El GAM surgió como un punto de encuentro de personas que denunciaban la desaparición forzada y agresiones a sus familiares y seres queridos en medio de la represión del Estado guatemalteco en el auge del conflicto armado que cimbró al país centroamericano de 1960 a 1996.

Después de la guerra, la población guatemalteca ha continuado sufriendo los excesos de la violencia, que mutó al protagonismo de las maras (pandillas), los extorsionistas y el narcotráfico y que solo el año pasado registró 3 mil 578 homicidios, un 8 por ciento menos que los identificados en 2018.

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