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Sonora

Migrantes e indigentes se bañarán en la regadera móvil instalada para frenar el Covid-19 en Tijuana

El proyecto de La Regadera nació en 2018 en Tijuana, Baja California, y es único en el país pues brinda acceso al aseo a personas en situación de calle

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En el Ayuntamiento de Tijuana, Baja California, se instaló la unidad móvil conocida como La Regadera con la finalidad de que migrantes o personas en situación de calle la usen para asearse y cambiarse de ropa.

 “Estamos muy contentos de poder ayudar en estos momentos difíciles, la ciudad lo necesita y lo seguiremos haciendo durante el periodo de contingencia”, expresó Betzabe Vega, directora de la Asociación Civil, El Ancla, a la cual pertenece La Regadera.

La unidad cuenta con tres baños completos que serán utilizados en los campamentos sanitarios en diferentes puntos de la ciudad con la finalidad de ayudar durante esta contingencia sanitaria por la pandemia de Covid.19.

La unidad para asearse será colocada dentro de un campamento sanitario en la Jurisdicción Sanitaria número 2.

El alcalde de Tijuana, Arturo González Cruz, aseguró que el objetivo primordial es brindar opciones a todos los sectores de la sociedad para mantener a la gente en las mejores condiciones de higiene.

La Secretaría de Salud del gobierno del Estado designará los campamentos sanitarios a donde será llevada La Regadera en el tiempo que dure la emergencia sanitaria por el Covid-19.

El proyecto de La Regadera en Tijuana, Baja California, comenzó en agosto de 2018 y fue la directora de la Iglesia Cristiana Ancla, Betzabe Vega, quien aseguró que el acceso al agua es un derecho universal.

La asociación civil ya realizaba trabajo social. Entregan comida y ropa; organizan actividades sociales con grupos vulnerables como los migrantes o víctimas de violencia.

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En ese año el proyecto además del baño, también ofreció ropa, alimento, acceso a servicios médicos básicos y, si alguien acepta, el apoyo para iniciar un proceso de rehabilitación.

La Regadera funcionó inicialmente en las inmediaciones del Hospital General de Tijuana, a unos cuantos pasos de la canalización del Río, en donde duermen cientos de indigentes.

Un testimonio que más le impactó a la directora de la A.C. es el de un hombre que gracias a que tuvo acceso a La Regadera logró encontrar trabajo, y con ello, cambió su vida.

Durante un viaje a Los Angeles, en donde ya funcionaba este proyecto observaban la fila de gente que esperaba usar los baños móviles. Ahí miraron a un hombre cuando llegó y se bajó del carro, se paró a un costado de la línea de personas y luego le preguntaron que si usaría alguna de las regaderas.

“No, yo no vengo a bañarme, yo aquí me bañaba, pero gracias a esto me he casado, tengo casa, trabajo. Cuando yo me bañaba podía ir a pedir trabajo limpio”, les respondió, recuerda Garza.

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