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Baja California

El cierre parcial de la garita de San Ysidro enferma a la economía de Tijuana

La frontera solo está abierta para cruces esenciales, por cuestiones médicas, militares e industriales

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Instalan filtro de revisión en garita de San Ysidro

TIJUANA, Baja California. En las primeras horas de la mañana de este viernes entró en vigor el cierre parcial de la garita entre Tijuana en México y San Ysidro en Estados Unidos, anunciada por el presidente norteamericano Donald Trump.

Debido a la emergencia sanitaria por el coronavirus que afecta a gran parte del mundo, el puerto fronterizo solo está abierto para cruces esenciales, por cuestiones médicas, militares e industriales.

Las restricciones en la garita de San Ysidro, considerada la frontera más transitada del mundo, preocupa a muchas familias tijuanenses que viven de la actividad que se da en el cruce fronterizo o que trabajan en Estados Unidos.

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Para Ismael Núñez, quien cruza a diario la frontera porque trabaja en San Diego, California, este cierre parcial afectará mucho su economía.

Por su parte, María Concepción López dejaría de ver a más de la mitad de su familia que vive en Chula Vista, California, una ciudad que se ubica a unos 15 kilómetros de la garita de San Ysidro. “Yo pienso que no la pueden cerrar porque muchos cruzamos a ver a nuestras familias y quedaríamos incomunicados”, expresó Concepción.

Los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza continuaron realizando su trabajo habitual pese a que los cruces se redujeron. Un filtro sanitario para la detección de Covid-19 fue abierto en las inmediaciones del cruce peatonal por parte del sector médico privado.

Golpe mortal

La medida implementada por Donald Trump mantiene las actividades prioritarias y de comercio en la garita de San Ysidro, pero restringe los viajes turísticos, actividades de recreación y paseos.

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Raymundo trabaja desde hace más de una década vendiendo periódicos en la frontera. Su salario, aunque irregular, sirve para mantener a su familia. Un cierre total será devastador para su economía que depende de la actividad en la garita.

“Nos afectaría mucho tanto aquí como allá porque dependemos del paso de la gente… De esto vivo yo y de esto vive mi familia también. Si llegaran a cerrar me perjudicaría bastante, yo ya no puedo trabajar en otra cosa porque tengo las dos rodillas malas”, señaló este vendedor.

Los términos del cierre parcial de la frontera fueron negociados en conjunto con el gobierno mexicano para limitar los viajes recreativos y mantener la frontera abierta para actividades comerciales y prioritarias como el cruce de especialistas médicos en Tijuana.

Por Yolanda Morales

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