Remedio para la malaria, una opción para el COVID-19

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) dio luz verde para prescribir cloroquina a los pacientes infectados con coronavirus, este fármaco fue diseñado para curar la malaria pero podría ayudar en la recuperación de las personas con COVID-19.

La malaria es una de las enfermedades más antiguas de la humanidad: afecta a cerca del 40 por ciento de la población en países en vías de desarrollo y mata cada año a cerca de medio millón de personas, la mayoría niños.

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El parásito responsable es un protozoo del género plasmodium. Los protozoos necesitan explotar los recursos de un huésped al que causan daño para completar su ciclo de vida pero, a diferencia de virus como el responsable del COVID-19, son células complejas con núcleo y capacidad autoreplicativa. Sin embargo, ambos microorganismos tienen algo más en común.

Un estudio reciente indica que un receptor celular denominado CD147 (Basigina) y que le permite a Plasmodium invadir las células sanguíneas humanas también sería una vía de entrada a las células para el SARS-CoV-2. Se trata de un trabajo no publicado que han llevado a cabo investigadores chinos, todavía pendiente de revisión.

En los últimos años se han desarrollado pequeñas moléculas y anticuerpos monoclonales para bloquear la invasión que se podrían aplicar aquí, aunque su eficacia contra este virus y su especificidad aún no está demostrada.

En el caso de que el fármaco funcione, los especialistas deberían determinar qué dosis es segura y efectiva. Mientras, un portavoz de la FDA comentó que la cloroquina no había sido aprobada para su uso en pacientes con COVID-19, informó Bloomberg.

La cloroquina –y su derivado la hidroxicloroquina– es un fármaco antipalúdico que se ha utilizado de forma efectiva en la prevención y el tratamiento de la malaria desde que comenzara a comercializarse en 1945. Actualmente está en desuso y la OMS recomienda los derivados de la artemisina.

Debido a que la cloroquina es un fármaco muy barato, accesible y muy efectivo, su uso prolongado y masivo en muchos países del mundo ha conducido a la aparición de cepas del parásito resistentes. Solo se considera aún efectiva en algunos países de América Central y el Caribe.

¿Cómo derrota la cloriquina al parásito? Cuando el Plasmodium se encuentra en el interior de los glóbulos rojos degrada la hemoglobina para adquirir los aminoácidos esenciales. Durante este proceso, se libera una molécula tóxica y soluble llamada heme, que el parásito es capaz de metabolizar. El fármaco inhibe la formación de hemozoína (Hz) a partir del heme, de manera que este se acumula y, al ser tóxico, lisa las membranas celulares y conduce a la muerte del parásito.

Investigadores estadounidenses, que han estado siguiendo los pasos de científicos en otros países, iniciaron estudios para determinar si algunos medicamentos genéricos de bajo costo y fácilmente disponibles pueden ayudar a tratar la enfermedad causada por el virus COVID-19.

Un ensayo clínico de mil 500 personas, liderado por la Universidad de Minnesota, comenzó esta semana a estudiar si el tratamiento común para la malaria, la hiroxicloroquina, puede ayudar a reducir la severidad de la nueva variante de coronavirus.

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Otros dos estudios se están llevando a cabo con el fármaco para la presión sanguínea losartán, como posible tratamiento para el virus, que causa graves falencias respiratorias.

El medicamento para la malaria, que está también siendo probado en China, Australia y Francia, fue mencionado previamente esta semana por el presidente ejecutivo de Tesla, Elon Musk, quien se recuperó de la enfermedad transmitida por un mosquito en 2000 tras usar el fármaco.

Además de tener un efecto antiviral directo, la hiroxicloroquina suprime la producción y liberación de proteínas involucradas en complicaciones inflamatorias de varias enfermedades virales.

“Estamos tratando de ocupar los conocimientos científicos disponible para ver si podemos hacer algo además de minimizar los contactos”, dijo el doctor Jakub Tolar, decano de la Escuela de Medicina de la Universidad de Minesota y vicepresidente de estudios clínicos. “Los resultados probablemente se conocerán en semanas, no meses”.

La mayoría de las personas infectadas con la cepa nueva del coronavirus desarrolla solo síntomas leves como los de una gripe, pero alrededor de un 20 por ciento puede presentar graves insuficiencias respiratorias y neumonía, por lo que necesitan ser hospitalizados.

La rápida propagación del virus, que emergió en China en diciembre y ahora afecta a más de 156 países, ha infectado a más de 220 mil personas y causado más de 8 mil 700 muertes en el mundo, incluyendo 145 fallecimientos en Estados Unidos.

Los expertos dicen que podría pasar un año o más hasta contar con una vacuna, de modo que se necesitan desesperadamente tratamientos eficaces.