La música pone en la boca de todo el mundo a Colombia

Durante más de cinco décadas Colombia estuvo en las primeras planas de la prensa global por su revolución eterna con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), hasta 2016 que se firmó un acuerdo de paz, pero atrás de este conflictos social se gestó y consolidó un movimiento musical que hoy tiene a ese país en la meca mundial de la música.

Prácticamente los ritmos colombianos se escuchan por todas partes del mundo. Actualmente hay 50 artistas como los baluartes musicales de Colombia, que no sólo tocan el reggaetón, sino ballenato, salsa, bolero tropical y la seductora cumbia.

Carlos Vives, Maluma, Shakira, J Balvin, Fonseca, Los Aterciopelados, Gali Galeano, La 33 (salsa urbana), Juanes, Colombia All Stars, El Grupo Niche, Los Corraleros de Majagual, Joe Arroyo, Lisandro Mesa y La Sonora Dinamita son sólo algunos de los nombres que han colocado a Colombia en el umbral de las preferencias musicales.

La riqueza musical colombiana es tal que, según el Berklee College of Music, de Boston (Estados Unidos), catalogado como el mejor centro de estudios musicales del mundo, en el país hay más de mil ritmos agrupados en 157 géneros.

A lo anterior se debe agregar que el vallenato, la música de marimba, los cantos y bailes del Pacífico del sur y los de vaquería de los Llanos Orientales, así como los Carnavales de Negros y Blancos y el de Barranquilla son expresiones culturales nacionales declaradas por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Lee: La mujer más rica de México compra edificio en barrio lujoso de España

Además, en abril de 2018 la Organización de los Estados Americanos (OEA) reconoció nueve compases colombianos como Patrimonio Cultural de América, con lo cual está garantizado que el mundo seguirá “sintiendo” por muchos años más la “sabrosura” de los ritmos colombianos.

La “sabrosura” de la música colombiana domina la industria a nivel mundial, aunque pareciera que es en este momento los sonidos colombianos toman más fuerza, con el reggaetón al frente, lo cierto es que el foco de atención hacia el país comenzó hace un poco más de cuatro décadas con la llamada “locura” caribeña.

Gracias a ese talento Medellín, tristemente recordada por la violencia del narcotráfico en las décadas de los años 80 y 90, ahora suena en la voz de Madonna, que estrenó no hace mucho el sencillo bilingüe con el nombre de esa ciudad junto al reguetonero Maluma.

“El suceso que es la música colombiana se nota en todas partes”, no solo por los cantantes sino también por los productores, compositores y demás miembros de esta industria, sentenció en una entrevista Carlos Vives, el artista que universalizó la música vallenata.

Sin embargo, más allá del ascenso global del reggaetón, que nació en los 70 en Panamá, tomó fuerza 20 años después en Puerto Rico y fue adoptado luego por Colombia, los expertos consideran que su auge debe entenderse por el hecho de que es un “ritmo trasnacional”.

El impacto musical colombiano es tan grande que J Balvin participó en 2019 en el festival de Coachella, en Estados Unidos, donde enloqueció a más de 70 mil asistentes con “el espectáculo de más alto nivel que haya tenido jamás la música en español dentro del evento”, de acuerdo con el diarios estadounidenses Los Ángeles Times.

Pero si alguien ha llevado la música colombiana por todo el mundo esa es Shakira, quien recientemente amenizó junto con Jennifer López el medio tiempo del Super Bowl LIV, pero su trayectoria en este tipo de eventos es bastante considerable: El mundial de futbol de Alemania, en 2006; el de Sudáfrica, en 2010:  la NBA All Star Game 2010;  el mundial femenil de Baku, en 2012; el mundial varonil Brasil, en 2014;  los Juegos Olímpicos Centroamericanos en Barranquilla (Colombia), en 2018 y la Copa Davis celebrada en Madrid (España), en 2019.

Debe entenderse que “el posicionamiento de la música hecha en Colombia no es reciente”, resaltó en una entrevista Chucky García, director creativo de Rock al Parque, el encuentro gratuito y al aire libre de su tipo más grande de Hispanoamérica y el tercero en el mundo.

“Los ritmos del país siempre han estado preparados para viajar, motivo por el cual cuando finalmente los han descubierto internacionalmente ya los artistas llevan décadas de trabajo y tienen estructura y solidez en su puesta en escena”, agregó.

El país sudamericano comenzó hace 40 años la “locura” caribeña que desataron Los Corraleros de Majagual, Fruko y sus Tesos y Joe Arroyo, quien falleció en 2011, y es considerado uno de los más grandes intérpretes de la música colombiana, además de ser pioneros en llevar la salsa a Reino Unido, Estados Unidos y Japón.

A ellos les siguieron la cantante folclórica Totó La Momposina, invitada por la fundación del productor británico Peter Gabriel para grabar el álbum “La Candela Viva”, que apareció en 1993.

Posteriormente fueron las orquestas de salsa Grupo Niche y Guayacán las que dieron a conocer el “sabor colombiano”, seguidas del popular tema la “Gota fría”, interpretado por Carlos Vives; “Hips don’t lie”, de Shakira, y “La camisa negra”, de Juanes, que antecedieron a nuevas bandas como Bomba Estéreo y Monsieur Periné que hoy marcan tendencia.

Todo lo anterior ha permitido que, por ejemplo, en la plataforma digital de música Spotify los artistas colombianos sean de los más escuchados en el mundo, con J Balvin a la cabeza, en el número tres de la lista por oyentes, con más de 48 millones mensuales. De los 100 videos más vistos en YouTube 95 son musicales, y de estos 10 son de artistas colombianos.

Carlos Vives aseguró que en una entrevista que “es una suerte que hoy la industria tenga más presente los sonidos urbanos, como el reggaetón, porque al final eso se conecta con los ritmos típicos de Colombia como la cumbia”.

En este sentido, “en el ‘boom’ de la música de América Latina Colombia juega un papel fundamental”, manifestó el cantante y compositor Fonseca, conocido por mezclar pop y ritmos folclóricos.

La oficina gubernamental ProColombia puso, en 2019, en marcha la campaña internacional “Feel the Rhythm” (Siente el ritmo). La iniciativa busca “promocionar el turismo a partir del patrimonio musical para que el viajero conecte su viaje físico con uno mucho más intelectual, emocional y espiritual”, indicó la presidenta de la entidad, Flavia Santoro.

Según un estudio de Goldam Sachs, los ingresos globales de la industria de la música alcanzarán los 131 mil millones de dólares, donde la cantidad de suscriptores de streaming superará los mil millones de usuarios, alrededor de 37.2 mil millones de dólares; siendo los millennials quienes gastan un mayor porcentaje de sus ingresos anuales en música.

Desde 2011 la industria musical ha venido creciendo y se estima que para 2030, los ingresos totales por música grabada alcanzarán los 80 mil millones de dólares en la región. Hoy el 54.72 por ciento de los espectáculos se realizan en Bogotá y existen cerca de mil 983 empresas dedicadas a la industria musical en la ciudad. 

Grabación y edición de sonido, fabricación de instrumentos, creación musical, organización de eventos, son algunas de las actividades que han tomado fuerza en los últimos años.

Lee: Hallan laboratorio de cocaína en predio de embajador colombiano en Uruguay

Colombia ha cambiado más rápido en unos pocos años que durante el medio siglo antes mencionado. El histórico acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, que desmovilizó  a casi 13 mil guerrilleros, ha permitido un profundo cambio en la cultura que ha posibilitado la aparición en Bogotá y Medellín de una de las escenas musicales más excitantes del planeta.

“Esta aparente calma que vivimos ahora por la reducción de la inseguridad ha permitido que los músicos puedan viajar a regiones golpeadas por el conflicto que antes no se podían visitar y ese intercambio siempre es enriquecedor”, explica Jaime Monsalve, jefe musical de Radio Nacional de Colombia.

Además, la música se ha convertido en el principal vehículo de las expresiones de la sociedad, ya sea para manifestar su felicidad o su rechazo, como sucedió con las protestas del año pasado, en contra del presidente colombiano, Iván Duque,  con el llamado cacerolazo sinfónico con el que repudiaron su incipiente gestión y sus malas decisiones.

Por: Alfonso López Orrante