Los reyes magos huyen de la violencia de Guerrero y Michoacán

TIJUANA, Baja California. Tres reyes magos, quienes huyen de la violencia en Guerrero y Michoacán buscan asilo en Estados Unidos, llevaron sonrisas, roscas, juguetes, globos y abrazos a los niños y niñas del Albergue Amore, ubicado al centro de Tijuana.

“Ahorita me tocó ser el rey mago, pues es una dicha bonita para los niños y ojalá nunca muera esta tradición”, declara Gabriel López, quien dejó sus cabezas de ganado y tierras donde se cultiva mango en Guerrero por la alta incidencia delictiva.

El hombre, quien junto con su familia busca asilo en Estados Unidos, recuerda a Cobertura 360 que también fueron niños, por lo que es necesario mantener vigente la tradición en México.

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Un par de jóvenes esposos, quienes acaban de dar a luz  a un bebé, participaron en la magia del Día de Reyes, así como trabajan en la conservación de las tradiciones en el albergue Amore.

“Mi bebé tiene tres meses de edad, es muy bonito representar a la familia de Dios”, dice Flavia Núñez, migrante guerrerense.

Ella y su familia están en Tijuana a la espera de una autorización de asilo de Estados Unidos, luego de ser afectados por los problemas de inseguridad y violencia en Guerrero. 

“Quiero que los reyes magos den seguridad y paz a mi familia”, comenta Flavia Nuñez.

Entre roscas, tacos de papa con salsa y chocolate caliente se vivió una experiencia diferente este Día de Reyes en Tijuana. Ahí los niños compartieron con sus familiares una mañana de ilusión y magia en momentos donde se define su situación de asilo en Estados Unidos.

Griselda Villanueva llegó al Albergue  hace un mes acompañada de sus tres menores provenientes de Michoacán, también festejó este Día de Reyes con la comunidad del albergue.

“Es muy importante preservar las tradiciones, fomentar el Día de Reyes y festejar su día a los niños”, comentó Griselda Villanueva.

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“Voy para Estados Unidos, tengo eso en la mente y ya lo decreté. Le pido a los reyes magos tranquilidad, paz y paciencia, porque hay momentos en los que me da el bajón”.

La mujer, quien actualmente se dedica a las labores de la cocina en el Albergue Amore, comenta que arribó en avión a Tijuana con sus tres hijos menores de edad. 

“Dejé Michoacán por cuestiones de inseguridad, la vida de mis hijos corría peligros”, agrega Villanueva. 

Leticia Herrera, coordinadora del Albergue Amore, explica que  tiene como objetivo brindar educación y actividades a más de 70 menores de edad, quienes llegaron acompañados de sus padres al Albergue. 

El Albergue cuenta con una escuela de tiempo completo conocida como School Bus, que es operado por una asociación de origen estadounidense. Además tiene un espacio llamado como El Nido para que los menores de seis años de edad realicen actividades lúdicas durante la mañana y son asistidos por pedagogos internacionales que trabajan como voluntarias.

“No estábamos preparados para tantos niños y ver por la educación del niño, si el niño desde el principio es educado,  porque no tuvieron la educación y cada vez hay más violencia, un niño que se sienta amado va a ser un buen ciudadano”, dice Leticia Herrera.

Más de 170 personas viven diariamente en el Albergue Amore que ofrece cobijo y apoyo a los cientos de personas que buscan en este 2020 una nueva oportunidad para una mejor vida.

Por Yolanda Morales