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El Extranjero

Trump, una desafiante forma de gobernar

Donald Trump está a punto de cumplir tres años como presidente de Estados Unidos

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Frente al desafío de su reelección en 2020, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto en claro su personal concepción de las relaciones internacionales de su gobierno con el resto del mundo, donde no repara en sutilezas ni protocolos.

A punto de cumplir tres años de gobierno, el 20 de enero de 2020, el magnate inmobiliario golpeó el tablero político en Estados Unidos y culminará el año con la mancha de ser el tercer presidente del país en ser sometido a un juicio político.

Aunque también con lo que fueron sus más sólidas victorias diplomáticas: la muerte del líder del grupo yihadista Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi y un nuevo acuerdo comercial con México y Canadá (T-MEC).

Además, Trump está empeñado con la designación de los cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas extranjeras, aunque miembros del gabinete y asesores del gobierno le recomendaron no hacerlo, dijeron a la agencia inglesa Reuters cinco personas con conocimiento del asunto.

Trump cierra un año que estuvo lleno de sacudidas y giros inesperados, desde sus intentos por terminar con la guerra en Afganistán a su apuesta diplomática para sacar a Nicolás Maduro de Venezuela apoyando la proclamación de Juan Guaidó como presidente interino, aunque haciendo honor a la verdad, el chavista sigue al frente de ese país sudamericano aferrado con uñas y dientes. 

Lee: Demócratas aprueban el juicio político en contra de Donald Trump

Durante el año que termina, amenazó a México con una guerra comercial que llevaría al país a una situación dramática en el caso de no convertirse en la nueva frontera de Estados Unidos. ¡O mejor dicho en un tercer país seguro!

Ambos países comparten una frontera de casi dos millones de kilómetros cuadrados y 125 millones de policías en la que confinan a todos los migrantes que huyen de la pobreza que genera las trasnacionales, la mayoría norteamericanas.

Casi con las misma amenazas, Trump presionó a los países del llamado Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), para frenar los flujos migratorios, que lo que realmente buscan es mantener contenta a la base electoral del Presidente. 

En relación a Afganistán, sorprendió invitando a los talián a negociaciones que luego declaró muertas y que acaba de resucitar.

No ha corrido la misma suerte con Corea del Norte: el republicano contaba con cerrar un histórico acuerdo con este hermético país, pero una cumbre muy esperada con su líder, Kim Jong-Un, quedó en suspenso. Las conversaciones languidecieron y volvieron las amenazas, los lanzamientos de cohetes norcoreanos y la advertencia de un “regalo de Navidad” de Pyongyang si Estado Unidos no hace concesiones.

Más preocupante a resultado la guerra comercial con China, que ha afectado directamente a la comunidad internacional reteniendo el aliento en sucesivas ocasiones ante las expectativas, de que las dos mayores economías alcancen un acuerdo para levantar los aranceles por miles de millones de dólares que proyectan una sombra sobre el crecimiento global.

Inusitadas críticas entre sus correligionarios del Partido Republicano levantaron, por otro lado, los mensajes contradictorios hacia Turquía después de que Trump ordenara retirar las tropas estadounidenses de Siria, lo que abrió la vía para que Ankara atacara a los grupos kurdos aliados de Washington que combatieron a los yihadistas.

Luego, el mandatario aplicó sanciones a Turquía, aliado clave de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), por la compra de un sistema ruso de defensa de misiles.

El magnate neoyorquino rompió muchos cánones estadounidenses con su estilo, codeándose con algunos de los líderes más autocráticos del mundo y a veces enfrentándose a aliados cercanos, como ocurrió en la cumbre de la OTAN celebrada recientemente en Londres. 

Para ser precisos, el pasado 4 de diciembre, los mandatarios del Reino Unido, Canadá, Francia y Holanda fueron captados por las cámaras en el Palacio de Buckingham riéndose del Presidente estadounidense por sus largas apariciones ante la prensa en la cumbre de la OTAN.

También rompió el consenso al retirarse del Acuerdo climático de París y del pacto nuclear con Irán, y al adoptar posturas muy favorables al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.

En su agenda nacional, en la que reducir la inmigración es una prioridad, Trump se ha convertido en el único líder que se enfrenta al estatus quo. 

Antes de viajar a la cumbre de la OTAN no sólo se refirió a los desafíos en seguridad que suponen Rusia, Siria o Afganistán, sino que arremetió contra los aliados “morosos” que no están contribuyendo suficiente con el organismo.

“No ha sido una situación justa porque nosotros pagamos demasiado”, dijo.

Lee: Cárteles mexicanos son terroristas: Donald Trump

Rumbo a la reelección

Su campaña de cara a las presidenciales de 2020, donde buscará su reelección comienza ensombrecida por el juicio político a que lo sometió la Cámara de baja, comandada por la lideresa opositora demócrata, Nancy Pelosi, tras acusarlo de obstrucción y abuso de poder al dilatar la entrega de ayuda para Ucrania para presionar a Kiev a que investigara a uno de sus principales rivales, el ex presidente Joe Biden y a su hijo Hunter.

Después de la votación de juicio político, no hay signos de un quiebre en el callejón sin salida sobre cómo y cuándo su juicio político tendrá lugar. Los demócratas han exigido conocer los parámetros del juicio antes de enviar sus cargos de juicio político y han dejado en claro que creen que debería incluir testigos.

Brian Katulis, miembro del Center for American Progress, con una óptica izquierdista, calificó la política exterior como el “tema durmiente” de las futuras elecciones, pero dijo a la agencia AFP no extrañarle que Trump encuentre una manera de ponerlo en el tapete. 

“Esta es una Presidencia de programa de telerrealidad. Aunque no haya conseguido grandes logros, él afirmará que sí” lo hizo, dijo. “Utilizará a otros países y sus líderes para apuntalar su campaña de reelección”.

Nile Gardiner, un ex consejero de la primera ministra británica Margaret Thatcher y hoy experto del centro de estudios conservador Heritage Foundation en Washington, señaló que Trump ha logrado éxitos “significativos”. 

Mientras era mandado a un juicio político, el mandatario obtuvo una importante victoria legislativa al lograr que la Cámara de Representantes –controlada por la oposición demócrata– votara abrumadoramente a favor del acuerdo comercial T-MEC con México y Canadá, que sustituye al Tratado de Libre Comercio de América del Norte que estaba vigente desde 1994 y que Trump descalificó.

El T-MEC logró un raro consenso entre el presidente y los demócratas, que generalmente se oponen a los acuerdos de libre comercio, con medidas, por ejemplo, que elevan los estándares laborales en México.

En temas álgidos como Irán y Corea del Norte, Trump podrá al menos alegar haber adoptado un enfoque diferente al de sus predecesores, consideró Katulis.

“Es difícil señalar cuáles son de hecho los éxitos de Trump en política exterior”, pues “el mundo es un auténtico caos”, agregó.

Independientemente de los hechos, Trump afirmará “que Estados Unidos tiene una carga menor en el mundo” pues logró “que otros hicieran más”.

Katulis dijo que el presidente ha machacado que “los extranjeros se han estado aprovechando de Estados Unidos” y que estará ansioso por hacer de la seguridad nacional un tema clave de política interna. “Con Trump, se puede esperar lo inesperado”, sentenció.

Todo parece indicar que Trump podrá sortear el juicio político al que será sometido, no hay que olvidar que el Senado está bajo control de su partido, y eso sin lugar a dudas, lo dejará en una posición inmejorable de cara a una muy probable reelección.

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