Piden la liberación de Lula da Silva

En Brasil, el Supremo Tribunal Federal (STF) declaró la inconstitucionalidad de la detención de acusados con condena en segunda instancia, lo que abre la posibilidad de la liberación del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde abril de 2018.

Tras el fallo de la Corte brasileña, sus abogados solicitaron la inmediata liberación del ex mandatario brasileño.

“En razón de la condena no transitada en juicio y en que su encarcelamiento no está fundamentado en ninguna de las hipótesis previstas en el artículo 312 del Código Procesal Penal, se torna imperioso dar inmediato cumplimiento a la decisión emanada de la Suprema Corte”, explicó Cristiano Zanin, abogado defensor de Lula.  

El político, está preso desde abril del año pasado, cuando una de sus dos condenas fue ratificada por un tribunal. Luego, su pena fue reducida a 8 años, 10 meses y 20 días de detención en el Superior Tribunal de Justicia (STJ).

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“El STF refuerza la idea de que el expresidente Lula está preso desde hace 579 días injustamente y de manera incompatible con la ley la Constitución de la República, como siempre dijimos”, dicen los abogados tras reunirse con su defendido.

A Lula da Silva se le ha permitido salir dos veces de la cárcel, una para declarar en un caso en el que se lo acusa de corrupción y otro para velar a su nieto Arthur Lula da Silva, de 7 años.

El ex presidente (2003-2010), de 74 años, está acusado de lavado de dinero y corrupción pasiva en el caso de un departamento, en el marco del caso ‘Lava Jato’. A pesar de que el ex líder sindical ya fue condenado por el STJ,  le quedan todavía 6 procesos pendientes ante la justicia brasileña.

Durante la votación y tras igualarse los votos por cinco a cinco, el presidente del STF, José Dias Toffoli, votó contra la constitucionalidad de que se cumpla la pena de prisión.

Toffoli argumentó que el artículo 283 del Código de Procedimiento Penal establece que una persona solo puede ser arrestada después de que se haya dictado una sentencia final, es decir, cuando no hay más recursos judiciales en proceso, tal como ocurre con el ex mandatario y con alrededor de 5 mil presos más.

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Lula fue condenado también a 12 años y 11 meses de cárcel por corrupción y lavado de dinero en la reforma de una casa en Atibaia, Sao Paulo, pero la condena no está confirmada en segunda instancia.