Evo Morales se aferra al poder en Bolivia

Hace casi 14 años que el líder social aymara Evo Morales sorprendió al mundo, después de ganar la presidencia de Bolivia se convirtió en una especie de rockstar político, hoy ese efecto se acabó, y él al igual que como muchos de sus aliados políticos han decidido aferrarse al poder.

El más reciente recuento oficial mostró que Morales, quien ya se dice ganador, obtuvo un 46.49 por ciento de los votos, cerca de 9.5 puntos por delante de su principal rival Carlos Mesa, pero por debajo de la ventaja de 10 puntos porcentuales que necesita para evitar una segunda vuelta.

Pero la cadena internacional venezolana Telesur, desde el domingo pasado, ya lo daba como ganador absoluto en la primera vuelta, lo que le permitiría gobernar hasta 2025, tiempo suficiente para buscar una nueva excusa que le permita seguir al frente de Bolivia.

El 22 de enero de 2006, Morales celebraba en La Paz el asumir como presidente de Bolivia con el apoyo del partido Movimiento al Socialismo (MAS). Llegó al poder gracias al apoyo de diferentes sectores, principalmente de la comunidad indígena, de los más desposeídos, los agricultores cocaleros y cooperativas mineras.

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Morales comenzó en 1981 como líder sindicalista cuando lo eligieron Secretario de Deportes en el sindicato de San Francisco, de acuerdo con varias biografías sobre su trayectoria. 

Pero antes de que Evo ocupara un lugar en el Parlamento y mientras estaba en la dirección de la Federación Especial del Trópico y era presidente del Consejo Andino de Productores de Coca, en 1994 movilizó a los cocaleros a la capital boliviana, La Paz, para negociar con el gobierno del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

Esto, en el contexto de que aquel mandatario quería eliminar 10 por ciento de las cosechas de coca del Chapare, la zona productora. Este plan de Sánchez de Lozada fue llamado “Nuevo Amanecer”, el cual estuvo apoyado por la DEA (Agencia Antidrogas estadounidense).

Estos movimientos potenciaron la carrera de Morales hasta convertirlo en diputado, cargo al que llegó de la mano del partido comunista Izquierda Unida.

Ya para las elecciones de 2005, fue el candidato del partido MAS, donde empleó un discurso que encantó a gran parte de la ciudadanía, esa sociedad estaba experimentando una decepción de los partidos de sistema neoliberal. De esta manera, ganó con 54 por ciento de los votos.

Para la población boliviana su llegada al poder constituyó una vía esperanzadora para un país cansado de privilegios y administraciones corruptas. La fuerza política de Morales estaba respaldada por indígenas, cocaleros y cooperativas mineras.

Cuando Evo llega al poder con el socialismo se pensaba que sería un presidente socialista como lo tuvo Cuba o Venezuela, pero llegó con indígenas de un status social alto. Esto lo alejó de su imagen como hombre inclusivo para los sectores más pobres de Bolivia.

No sólo eso,  ya en nel poder promulgó la Ley 266, que describe que se eliminaba la norma que daba protección a territorios indígenas contra grandes proyectos de intervención en las zonas, como la construcción de carreteras.

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Internacionalmente se relacionó con el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez y su sucesor  Nicolás Maduro; con los líderes cubanos Fidel y Raúl Castro; con el mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega; con los Kirchner de Argentina; con el expulsado presidente de Honduras,  Manuel Zelaya; con Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, de Brasil y por su puesto con el ex presidente de Ecuador Rafael Correa.

Después de ganar por primera vez la presidencia de Bolivia, Evo Inició una gira por Europa, que lo catapultó por el mundo en el plano mediático, su forma de vestir impuso moda en el viejo continente. 

A pesar de que perdió el referendo de 2016 donde la mayoría de los ciudadanos votaron a favor de que Morales no se presentara a un cuarto mandato en 2019, el Tribunal Constitucional Plurinacional publicó un fallo en el que le abrió la puerta a su cuarto mandato.

Pero con lo que no contaba es con el enojo social, que está apoyando a Mesa en su intención de sacarlo de la presidencia.