Taxistas encabezan una guerra mundial en contra de Uber y Didi

No sólo los taxistas protestan en la Ciudad de México, sino que su inconformidad contra el servicio de transporte a través de aplicaciones como Uber, Cabify y Didi se extiende a varios países de América Latina, Europa y Asia.

Ayer, en la CDMX, los capitalinos padecieron el caos por más de 14 horas provocado por taxistas, y este martes le tocó a los argentinos.

Taxistas en Hong Kong, Reino Unido, España, Italia, Chile, Colombia, Uruguay, Paraguay, Costa Rica y Puerto Rico, buscan eliminar el servicio de transporte privado, pues acusan que es competencia desleal.

Desde 2009, cuando surgen estas aplicaciones, surgió con ellas la inconformidad de los taxistas quien con plantones exigieron a las autoridades que no se les permitiera trabajar a los Uber y Cabify.

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Los taxistas argentinos acusan a las plataformas de operar en la ilegalidad, violando la Ley Nacional de Tránsito y evadiendo leyes laborales, impositivas y sociales vigentes en los diferentes países.

Afirman que más de 25 mil vehículos ofrecen servicio de transporte privado, lo que genera la pérdida de unos 10 mil puestos de trabajo y la quiebra de 90 empresas familiares.

Amagan con tomar de nuevo las calles el próximo jueves.

En julio pasado, los taxistas se manifestaron en Bogotá, capital de Colombia, donde acusaron que el uso de las aplicaciones les representó la reducción de 50 por ciento de sus ingresos.

En varias ciudades de España los taxistas mantuvieron 10 días de huelga en enero de este año, con la finalidad de poner limitaciones a los Uber y Cabify.

Las emblemáticas calles de Londres no quedan fuera de este conflicto, ya que los legendarios taxis negros arrastran su batalla contra Uber desde hace años.

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Se han puesto ahora en manos del bufete de abogados Mishcon de Reya y estudian presentar una demanda colectiva para reclamar casi mil 400 millones de euros.

En Londres operan cerca de 25 mil taxistas frente a los 40 mil conductores de Uber, Cabify y Didi. Según la demanda, cada uno de ellos habría perdido más de 11 mil euros anuales.

Los analistas coinciden en que la culpa no es tanto de los choferes de los taxis, sino de los concesionarios, que no se preocuparon en ofrecer un servicio de calidad, algo que se multiplica en todo el mundo.

El gobierno mexicano alcanzó un acuerdo con los taxistas que colapsaron desde temprana hora varias calles de la CDMX, como ya no bloquear más avenidas, una posible adherencia a las apps, así como que los jurídicos determinen la legalidad de Uber, Cabify, Didi, entre otras.