Programas sociales, sin efectos esperados en la economía: IP

Las obras anunciadas y los programas sociales impulsados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no han tenido el efecto esperado en la economía mexicana, observó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

En su análisis Económico Ejecutivo, advirtió que las expectativas económicas para el cierre de este año apuntan a un crecimiento inferior a 1%, por la falta de acciones que estimulen una mayor actividad productiva y consumo.

“Tal parece que las obras anunciadas y las transferencias de recursos a través de programas sociales para estimular el consumo de los hogares no han tenido el efecto esperado”, sostuvo.

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En tanto, para 2020 se prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) de México apenas y supere el 1%, lejos del 3% esperado meses atrás, expusieron los expertos del sector empresarial.

El centro dirigido por Carlos Hurtado reiteró que el gobierno necesita generar incentivos para que las empresas inviertan en proyectos productivos y rentables, además de generar certeza para los inversionistas.

A la falta de impulso a la inversión, a los riesgos para la economía mexicana se suma el avance de la corrupción, la impunidad, la inseguridad, el exceso de regulación y la debilidad del estado de derecho, factores que limitan la posibilidad de un entorno más propicio para los negocios, añadió.

“Tal vez la principal limitante de no crecer más en los próximos años, es el hecho de que hasta ahora no se ha hecho lo debido para estimular la inversión productiva, tanto pública como privada“, concluyó.

A los factores internos de riesgo para la economía local, se suman los riesgos externos, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China y las expectativas de una posible recesión de la economía local.

Se dispara la necesidad de empleos de calidad

En un contexto de estancamiento económico, refirieron, el mercado laboral se ha debilitado con el deterioro de la calidad de los puestos de trabajo generados al segundo trimestre de 2019.

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De acuerdo con los economistas que integran el CEESP, al cierre de junio pasado, México requirió de 6 millones 262 mil 263 empleos de calidad, mientras que un año atrás el requerimiento era de 576 mil 43 puestos laborales.

Esto, explicaron, se debe a que el número de desocupados totalizó 2 millones 14 mil 496 personas, el nivel más alto desde el tercer trimestre de 2016; a ellos se sumaron 4 millones 247 mil 767 mexicanos que expresaron la necesidad y disponibilidad de ofertar más horas de trabajo de lo que su ocupación actual les permite.

Por Nancy Balderas