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El Extranjero

Las protestas y la crisis política tiran al turismo en Sudamérica

El estallido social y político en Sudamérica provocó pérdidas de 400 millones de dólares en el sector aéreo, porque ya no quisieron viajar a Ecuador, Chile, Argentina, Colombia, Bolivia y Venezuela

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La ola social de enojo que sufre Sudamérica ha golpeado varias sectores de la economía, uno de los más lastimados es el turismo, Ecuador, Chile, Argentina, Colombia, Bolivia y Venezuela perdieron millones de dólares debido a una avalancha de cancelaciones.

En el último tercio de 2019, miles de personas se volcaron a las calles en Sudamérica para reclamar por la imposición de medidas de austeridad, incrementos a los servicios  públicos o en contra de mandatarios que decidieron ignorar los procesos democráticos y se aferraron al poder como si estuviera reservado sólo para ellos.

El sector aéreo fue perjudicado por la inestabilidad política y económica de Sudamérica y sufrió pérdidas de 400 millones de dólares en 2019, lo que supone el segundo año consecutivo en cifras rojas, reportó la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).

Para empezar, el pasado 3 de octubre de 2019, estallaron en Ecuador una serie de revueltas sociales encabezadas por el sector indígena, tras el anuncio del gobierno de Lenín Moreno de retirar los subsidios a los combustibles.

Al menos 11 vuelos internacionales interrumpidos, turistas que no pudieron movilizarse y cancelaciones de reservas hoteleras hasta para mediados de 2020. Esas fueron algunas de las afectaciones que dejaron esas manifestaciones en Quito, la ciudad con más daños y la más visitada usualmente por los viajeros extranjeros que llegan a Ecuador.

Once días de protestas provocaron pérdidas por 10 millones de dólares en el sector turístico, así lo reconoció Holbach Muñetón, presidente de la Federación de Cámaras Provinciales de Turismo del Ecuador (Fenacaptur). Moreno tuvo que frenar su medida y negociar con los indígenas, ahora el gobierno trabaja para reactivar ese sector.

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Santiago de Chile, uno de los países de Sudamérica modelo del la OCDE, amaneció en estado de emergencia y militarizada el 19 de octubre de 2019 por primera vez desde el regreso de la democracia y con el Metro cerrado y destruido.

Un total de 41 estaciones fueron seriamente dañadas en una jornada de fuertes protestas por el alza en el precio de los pasajes, una reacción que expresó el gran descontento social por la falta de equidad y obligó al presidente Sebastián Piñera a suspender la medida.

Hasta el momento las revueltas siguen vivas y exigen la renuncia de Sebastián Piñera. En ese país de Sudamérica ha muerto 29 chilenos y más de 200 personas perdieron parcialmente o totalmente de algún ojo por las medidas represivas de la Policía chilena.

El impacto en el sector turístico ha sido importante, sólo en los primeros 15 día de las revueltas, al menos 40 millones millones de dólares en gastos directos de las delegaciones se perdieron en Chile por la cancelación de las cumbres de APEC y la COP25.

Se estimaba que 32 mil personas llegarían en noviembre y diciembre para estos eventos, según la Federación de Empresas de Turismo (Fedetur). Algo que no sucedió por el caos social.

La Fedetur estimó que un millón 283 mil 161 turistas extranjeros arribaron entre diciembre y marzo de 2019, la cifra más baja desde el periodo estival de 2009 y 2010.

Hoteleros de Chile, gremio que agrupa a 88 por ciento de la industria hotelera nacional, informaron que en una consulta realizada a 78 hoteles a lo largo del país, la mitad afirmó que más de 51 por ciento de sus reservas fueron canceladas producto de la situación del país.

Otro país de Sudamérica afectado por las marchas es Colombia. Todo comenzó el 21 de noviembre del año pasado con un paro nacional, que impactó el sector del turismo.

Se reportaron afectaciones en materia aérea por cancelaciones de vuelos, sino también por turistas que desistieron de sus viajes a ese país.

Los principales motivos de las manifestaciones fueron el descontento por las políticas económicas y sociales, incluso ambientales del presidente Iván Duque Márquez desde que asumió el cargo en 2018.

La ocupación hotelera bajó más de 14 puntos porcentuales en algunos destinos. Las cancelaciones de reservas fueron de alrededor de 14 por ciento en Bogotá y hasta 90 por ciento en otros destinos como Risaralda.

El pasado 20 de octubre de 2019, el entonces presidente de Bolivia, Evo Morales contendió en una segunda vuelta electoral para obtener un cuarto mandato, tras un ajustado resultado cinco días después fue declarado ganador y con ese anuncio se desató una ola de protestas. 

El 10 de noviembre de 2019, las Fuerzas Armadas bolivianas le pidieran la renuncia Morales, también a los miembros de su gobierno, incluyendo a su ministra de Culturas y Turismo, Wilma Alanoca.

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Morales no tuvo más que refugiarse en México durante un mes donde nunca se sintió cómodo. El 12 de diciembre de 2019, se marchó primero a Cuba y después a Argentina donde se encuentra actualmente bajo el cobijo del nuevo gobierno de Alberto Fernández.

El presidente de la Asociación Boliviana de Agencias de Viajes y Turismo (Abavyt), Marco Antonio Mercado dio a conocer el impacto en ese gremio que registró una reducción de trabajo de 50 por ciento en el ámbito nacional.

La ocupación en Camino Real, cadena boliviana con hoteles en la zona Sur de La Paz y en Santa Cruz, cayó hasta 25 por ciento.

“Es lo mínimo y son huéspedes de larga estadía que no pudieron salir de la ciudad o del país”, informó entonces el gerente general de la empresa, Eduardo Vega.

En Venezuela es la industria del turismo más afectadas por la crisis económica, ya que deterioro el poder adquisitivo del salario y hiperinflación obliga a los consumidores a modificar sus prioridades, colocando en primer lugar la adquisición de alimentos y medicinas, dejando a un lado el pensamiento en vacaciones.

La crisis social, política y económica cumplirá un año en Venezuela. Todo empezó el 23 de enero de 2019 con el autonombramiento de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, con el respaldo de al menos 60 países, entre ellos Estados Unidos.

Pero nada ha podido sacar del poder a Nicolás Maduro, quien por el contrario se ha convertido en el ejecutor de opositores y artífice de un éxodo que casi alcanza los seis millones de personas.

Para el presidente del Buró Turismo de Margarita, Julio Arnaldes, el mercado nacional se ha visto más afectado en 2019, porque los índices de ocupación bajaron entre 40 y 60 por ciento.

“Hay hoteles que su relación precio-valor es mucho más competitivo, prueba de esto nos lo dan los mercados internacionales, que estamos tratando de recuperar. Los mercados cercanos están sosteniendo a algunos hoteles de la isla de Margarita con estas promociones internacionales”, explicó el empresario venezolano.

Todos van a Argentina

En el caso de Argentina, las protestas estallaron desde inicios de 2019, cuando organizaciones sociales, centrales de trabajadores y grupos autoconvocados salieron a las calles para exigir un plan de emergencia alimentario ante la devaluación del peso y la alta inflación que día a día reducen el poder adquisitivo.

Las protestas se intensificaron después de que, el ahora expresidente Mauricio Macri, anunció fuertes medidas de austeridad para su gobierno en el rubro social, exigidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), para otorgarle un préstamo de 56 mil millones de dólares.

Esas manifestaciones de enojo rememoraron los fantasmas del corralito y los cacerolazos, pero fueron un golpe letal para sus aspiraciones de reelección de Macri, los argentinos lo castigaron en las urnas. Hoy el kirchnerismo regresó de la mano de Alberto Fernandez.

En Argentina, el turismo presentó datos positivos, ya que hasta noviembre de 2019 llegaron a 5 millones 400 mil turistas extranjeros. Ello representó un aumento de 8.8 por ciento frente al mismo período de 2018 y se convierte en una cifra récord, según datos del Observatorio Económico de Agencias de Viajes.

El más reciente reporte del Indec refleja que hasta octubre de 2019 llegaron por vía aérea más de dos millones 496 mil turistas no residentes, un aumento del 13.9 por ciento.

La plataforma regional de Despegar dice que los viajeros brasileños, chilenos, colombianos, mexicanos y peruanos son los que más han visitado Argentina.

Y es que mientras se profundiza la crisis económica en Argentina, el turismo es de los pocos sectores que se mantienen a flote, ya que la devaluación del peso abre una ventana de oportunidad para los turistas extranjeros más avispados que detectan que, ahora, es más barato visitar esos hermosos lugares del Sudamérica.

Por: Alfonso López Orrante

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